El presidente estadounidense, Barack Obama, juró este domingo en una ceremonia privada en la Casa Blanca el inicio de su segundo período como el gobernante de una nación que ya no se debate en medio de la recesión, como la recibió hace cuatro años, pero que se mantiene profundamente dividida.
Obama, rodeado de su familia, rindió juramento ante el magistrado presidente John Roberts en el Salón Azul de la Casa Blanca. Tras colocar la mano sobre una Biblia que la familia de la primera dama, Michelle Obama, ha utilizado durante años, el mandatario juró “apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos”, igual como hicieron sus 43 predecesores.
“Lo hice”, susurró Obama a su hija menor, Sasha, mientras la abrazaba momentos después.
El presidente recitó el juramento ayer, minutos antes del mediodía, el momento que marca la Constitución como el inicio del nuevo período presidencial. En un acto de poca pompa y circunstancia, Obama ingresó en el salón flanqueado por su familia y salió casi de inmediato apenas terminó su juramento.
Obama repetirá hoy el juramento durante una ceremonia en el flanco oeste del Capitolio, ante unas 800,000 personas. Apenas una decena de integrantes de la familia del presidente presenció la juramentación de ayer, entre ellas: la primera dama, sus hijas Malia y Sasha, la hermana del presidente Maya Soetoro-Ng y la familia de esta. Otros presentes fueron la suegra del jefe de Estado, Marian Robinson, el hermano de la primera dama Craig Robinson, la familia de este, así como algunos reporteros y fotógrafos.
Sin embargo, el ánimo en la nación fue menor en las festividades del inicio del segundo período presidencial que hace cuatro años, cuando Obama suscitó en el cargo una oleada de optimismo nacional como el primer presidente de raza negra del país.
Antes, el vicepresidente Joe Biden rindió juramento para su segundo período, rodeado de su familia y amigos durante una ceremonia breve en el Observatorio Naval, su residencia oficial en el noroeste de Washington.
La magistrada Sonia Sotomayor, quien se convirtió en la primera hispana en la Corte Suprema tras ser nominada por Obama, tomó el juramento a Biden, quien colocó la mano sobre una Biblia que su familia ha utilizado desde 1893.