Dos grupos de derechos humanos de la ONU visitarán el lugar en donde se produjo un confuso enfrentamiento entre manifestantes indígenas y miembros del Ejército y de la Policía Nacional Civil ocurrido esta semana.
Los expertos pertenecen a la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala, que han recibido “informaciones contradictorias” sobre cómo ocurrió exactamente el altercado, según el representante de esa agencia de la ONU en este país, Alberto Brunoni.
“Estamos mandando dos equipos a dos lugares distintos, uno en el departamento de Solola y otro en el departamento de Totonicapam. Queremos investigar lo qué ocurrió, porque las informaciones con las que contamos hasta el momento son muy confusas”, agregó Brunoni.
Según la información recabada hasta ahora, el altercado se produjo en la Cumbre de Alaska, en el departamento de Totonicapam, aproximadamente a la altura del kilómetro 170 de la carretera Interamericana, “pero cómo había bloqueos de carreteras en ambos departamentos, queremos investigar en los dos”, explicó el representante.
Durante todo el día varios grupos de indígenas bloquearon varias carreteras para protestar por el alza de los precios de la electricidad y otros servicios.
Según los datos con los que cuenta la oficina, seis campesinos murieron y más de 41 personas resultaron heridas, entre ellas siete soldados.
Los fallecidos fueron identificados como campesinos indígenas de la etnia k’iche’.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, aseguró ayer que el enfrentamiento habría sido motivado por “civiles” que viajaban en un camión y que dispararon contra los manifestantes.
Según el gobernante, en ese lugar circulaban dos vehículos militares que iban hacia otro punto de esa zona para apoyar a las fuerzas antidisturbios de la PNC en el desalojo de otros manifestantes que bloqueaban carreteras, cuando desde otro camión que avanzaba delante de los soldados “empezaron a disparar”.
El presidente aseguró que los militares no portaban armas de fuego, y que solo llevaban equipos antidisturbios, por lo que descartó que éstos hayan disparado contra de los manifestantes.
Brunoni no descartó la posibilidad de que un grupo de civiles armados abriera fuego “para abrirse camino. Hay muchas armas circulando”, aseveró.