El escenario político de Venezuela recibió una nueva sacudida después de que el líder de la oposición venezolana Henrique Capriles anunciara que impugnará los comicios presidenciales que se realizaron hace doce días y que las elecciones que dieron ganador al oficialista Nicolás Maduro deben repetirse.
El excandidato a la Presidencia dijo que esperaría para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) comenzara la auditoría de los votos de los comicios del pasado 14 de abril que solicitó hace una semana aunque advirtió que no aceptaría que ese proceso de análisis del sufragio se hiciera a medias o mal.
La auditoría no empezó y ninguno de los rectores del CNE se pronunció acerca de este proceso por lo que Capriles aseguró que impugnará las elecciones, aunque no especificó cuándo va a introducir esta solicitud ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
“Vamos a impugnar las elecciones (…) no con la expectativa de que tengamos un Tribunal Supremo de Justicia que nos dé algún tipo de respuesta favorable (…) Vamos a cumplir con todos los trámites legales porque al final esta elección va a terminar (…) recorriendo el mundo”, indicó el líder opositor.
Además, señaló que tras la presentación de la impugnación de los comicios se deberían repetir las elecciones de forma total o parcial en las mesas donde se han observado irregularidades.
“Se tienen que celebrar una nuevas elecciones (…) en las mesas donde hay irregularidades se anulan y deben repetirse en esas mesas (…) las elecciones lo cual puede llevarte a una nueva elección en forma total o en forma parcial”, indicó.
Asimismo, repitió lo que dijo este jueves acerca de que el Gobierno le robó las elecciones aunque en esta oportunidad señaló directamente al actual jefe de Estado por este hecho y señaló una vez más que se le mintió a los venezolanos y al mundo.
Indicó que cuatro de los cinco rectores del CNE “le mintieron al país, le mintieron al mundo y a la comunidad internacional” al decir que harían una auditoría y reclamó que este proceso bien hecho incluye el análisis de los cuadernos de votación.
Capriles salvó del grupo de rectores que asegura que mienten a Vicente Díaz, afín a la oposición, que tras las elecciones aseguró que él mismo había pedido una auditoría pese a señalar que no dudaba de los resultados anunciados por el CNE que daban ganador a Maduro por un pequeño margen de 1,8 puntos sobre Capriles.
Maduro ganó en los pasados comicios por un margen de 272.000 votos a Capriles, dejando un resultado de 50,78 % a 48,95 %, apenas seis meses después de que el fallecido Hugo Chávez le sacara más de 10 puntos y 1,6 millones de sufragios al aspirante de la oposición.
“Se ha robado las elecciones Nicolás Maduro y el grupito de enchufados”, dijo al referirse a los más cercanos funcionarios del actual presidente, los mismos que formaron parte del Gobierno de Chávez.
En esta oportunidad Capriles no llamó a sus seguidores a protestar y solo pidió al “pueblo trabajador”, al “pueblo desempleado” que salga a concentrarse en todos los estados del país el 1 de mayo, Día del Trabajador y dejó claro que no está llamando a la violencia.
Mantuvo así cautela en la convocatoria a las manifestaciones pues el Gobierno lo acusa de los hechos de violencia que se desataron un día después de los comicios y que según el último reporte del Ministerio Público dejaron nueve personas fallecidas y más de 70 heridos.
Maduro por su parte señaló en un acto de Gobierno junto a empresarios en el estado Zulia (oeste) que es él el presidente de Venezuela “gracias al voto mayoritario de los venezolanos y las venezolanas con el mejor sistema electoral del mundo, el más transparente y perfecto del mundo”.
El gobernante, que ofreció un discurso en cadena obligatoria de radio y televisión en el horario en el que Capriles anunció que haría anuncios al país que su Gobierno “que empezó hace apenas unos días” se desarrollará en la calle y que irá tras los problemas del país para resolverlos.
Más temprano, Maduro, dijo que en su país un 60 % de la población está de acuerdo con la revolución bolivariana, pero aseguró que el pasado 14 de abril muchos chavistas no votaron por “tristeza” por la muerte de Hugo Chávez y otros lo hicieron “confundidos” por la oposición.