Ospina sostuvo a los suyos con varias atajadas importantes en una primera parte donde el Arsenal pasó más apuros de los esperados. Los ‘gunners’ tienen medio pie en la siguiente fase.
“Ospina es un portero de clase mundial”. Las palabras de Arsene Wenger después del último partido de Champions son una buena referencia de la importancia que tiene el arquero colombiano en este equipo. Ospina fue ante Ludogorets, a pesar de que el resultado indique lo contrario, una de las estrellas del equipo. Sobre todo en una primera parte donde los ‘gunners’ pasaron sus peores momentos. En esos minutos, fue donde más sobresalieron los guantes de Ospina, un muro impenetrable para los arietes del Ludogorets.
El arquero de la selección Colombia sostuvo a los suyos con cuatro intervenciones primordiales en los primeros 45 minutos. Anticipándose como un gato en varias salidas en las que se jugó el tipo contra los delanteros búlgaros. Ospina mostró seguridad en todas ellas, la que demanda todo un Arsenal que siempre mira con lupa la labor de sus porteros.
Con el trabajo hecho, Ospina pudo disfrutar de una noche placentera en la segunda parte. Ahí llegó el momento de su hora del té, porque su presencia apenas se antojó necesaria contra un equipo búlgaro que renunció al ataque para el segundo período. Ahí, los ‘gunners’ abusaron de su rival para sentenciar el partido con media docena de goles. Y de paso sentenciar con este resultado casi de manera matemática su clasificación para la siguiente pase. Salvo desastre los londinenses tienen medio pie en octavos.
Ahora vuelta a la liga donde Ospina parece condenado al banquillo. Ese es el plan hasta el momento de Wenger para sus dos arqueros y parece que así seguirá siendo. Cech en la Premier y Ospina entre las estrellas de la Champions.
