Las proyección de Tiempos Modernos será el domingo 10 de mayo a las 11 a.m en salas seleccionadas de nueve ciudades.
En 1936 el sonido invadió las salas de cine y Chaplin no tuvo más remedio que ceder ante los caprichos de la industria y los deseos del público; así que hizo Tiempos Modernos, una épica película que sigue manteniendo el espíritu del cine mudo en blanco y negro con momentos de alegre sonido en los cuales se escucha al mismo Vagabundo cantar. En este filme que se podrá ver el domingo 10 de mayo en las salas de cine colombianas se puede disfrutar lo que su protagonista describió como “una cruzada de la humanidad en la búsqueda de la felicidad”, pues es el momento en el cual los hombres se enfrentan a la llegada de la industrialización y a la depresión económica, instantes perfectos para la reivindicación del amor.
Un empleado ejemplar trata de cumplir a cabalidad con metas de trabajo infernales en una fábrica, la presión por la ejecución perfecta lo lleva a un colapso nervioso y termina en el sanatorio. El Vagabundo tras salir del hospital, termina en la prisión y al ser liberado se ve obligado a volver a las calles a causa de la crisis que enfrenta a los estadounidenses con un largo periodo de sequía económica. Empeñado en volver a la cárcel, pues es el único lugar donde se siente a gusto y no pasa por necesidades, comete un robo y mientras es trasladado en el carro de sus carceleros conoce a una habitante de la calle que lo conquista, encontrando así razones para esforzarse y sonreír.
La última cinta de El Vagabundo, el comienzo de un matrimonio
Con Tiempos Modernos y la permanencia del sonido en las películas Chaplin decide que es tiempo de que el Vagabundo quede en la memoria colectiva como lo que sigue siendo hasta hoy en día, el icono del cine mudo. Según el director de cine y guionista colombiano Felipe Aljure, Chaplin “temía que la palabra hablada le quitara fuerza a la poesía y a la plástica del slapstick y la kinesis”.
Pero fue el comienzo de una nueva aventura pues su compañera de set Paulette Goddard, quien interpretaba a la mendiga y que enamoraba en las pantallas con sus ojos claros y su pelo rubio, terminó siendo su musa para su siguiente producción (El Gran Dictador) y fue su esposa por unos años. Se casaron en secreto en China y obtuvieron un divorcio en México; Goddard ganó un Premio Oscar de la Academia como mejor actriz secundaria por la cinta So Proudly We Hail! e incluso fue amiga y confidente de Andy Warhol en la época de los ochenta en Nueva York.
Una mirada crítica a la productividad
¿Hasta dónde nos lleva el afán por ser completamente efectivos? ¿Debemos ser perfectos para no ser reemplazados por un robot? ¿Necesitamos tiempos de esparcimiento o los superiores pensarán que estamos abusando de su generosidad? Estas, entre otras preguntas, son las que se plantea Chaplin mientras pasan los 87 minutos de Tiempos Modernos. Los interrogantes llegan hasta el punto del absurdo, pues al dueño de la fábrica donde trabaja el Vagabundo le ofrecen un robot que alimenta a sus empleados para que estos puedan seguir con su trabajo; la escena lo puede llevar hasta las lágrimas, pues el resultado nefasto solo puede ser risible al ver que la historia hecha hace 79 años tiene vigencia en cada uno de nuestros días laborales.
Las fábricas y las grandes líneas de producción son retratadas por Chaplin como monstruos en los que a punta de palancas, ruedas, tornos enormes y otros ensambles, son capaces hasta de tragarse a los humanos. Además, el jefe –interpretado por Henry Bergman-, es la inspiración del gran hermano pues aparece en enormes pantallas y controla a sus empleados con cada respiro; para él cada movimiento debe ser vigilado pues cualquier desliz puede significar la quiebra absoluta.