La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reveló una aterradora cifra sobre riesgo de desplazamiento y desplazamiento forzado en lo que va corrido del año en el país, con el fin de alertar a las autoridades nacionales sobre esta profunda crisis de violación sistemática de derechos humanos.
De acuerdo al seguimiento de Acnur, en el año 2016 se desplazaron 11.363 personas (3.068 familias) en la región del pacífico colombiano. Resulta particularmente preocupante que en lo que va corrido del este 2017, se han desplazado cerca de 3.549 personas (913 familias). En esta población, resultan especialmente afectados los niños, niñas, las mujeres y adolescentes.
Según la Acnur, los recientes combates en el Alto Baudó y en el Litoral San Juan son una muestra de las necesidades de protección que enfrentan estas comunidades. Durante los últimos años, la región de la costa pacífica se ha mantenido como una de las más afectadas por los desplazamientos masivos.
“Acnur insta a las autoridades a fortalecer las medidas de atención, asistencia, prevención y protección dentro de los territorios afectados. Urge, así mismo, poner en marcha los planes de contingencia elaborados en el marco de los Comités de Justicia Transicional, así como la respuesta de otras instituciones nacionales”, indica la organización internacional en un comunicado.
Según datos proporcionados por la Agencia, los territorios más afectados son: la zona rural de Buenaventura y el Bajo Calima, en el Valle del Cauca; el litoral del San Juan, Lloró, Alto Baudó, Domingodó, en el Chocó; Timbiquí, en el Cauca; así como Santa Bárbara de Iscuandé y la comunidad de El Pital, en el municipio de Tumaco, Nariño.
De acuerdo con Amnistía Internacional en 2014, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, formadas por ex miembros de los grupos paramilitares desmovilizados hace una década, iniciaron una operación para controlar el Alto Baudó, territorio poblado por comunidades afrodescedientes e indígenas próximo al Pacífico, y otros municipios importantes de la región.
Desde que comenzó el proceso de paz con las FARC, y especialmente desde septiembre de 2015, ha habido noticias cada vez más abundantes de actividad paramilitar en la región del Alto Baudó. También se ha informado de un aumento de la actividad paramilitar en otras partes del país en las que diversos grupos armados tratan de hacerse con el control de algunos de los territorios antes controlados por las FARC y por el ELN, que actualmente está negociando un acuerdo de paz con el gobierno colombiano.