El pasado miércoles 25 de febrero la Agencia Nacional de Minería emitió un auto que suspendió la exploración minera en la zona del páramo de Cruz Verde que comparten el Distrito Capital y el municipio de Choachí. A pesar de esto la situación no es alentadora y sigue preocupando a la comunidad.
Mediante el auto GSC-ZC No. 262 del 23 de febrero, la Agencia Nacional de Minería notificó a Cosargo S.A.S. de la irregularidad en la exploración minera que adelanta en las inmediaciones del páramo de Cruz Verde en el municipio de Choachí.
La autoridad minera informó que si bien no encontró puntos de exploración en la zona de páramo, sí encontró que habían un punto de exploración por fuera del polígono establecido en la concesión minera No. KKR-15341.
Además, señala la Agencia Nacional de Minería que el titular der la concesión, Cosargo S.A.S., no puede adelantar actividades de exploración ya que el título minero se encuentra en etapa de Construcción y Montaje y no hay autorización para explorar.
La presidenta de la Agencia Nacional de Minería, Natalia Gutiérrez Jaramillo, afirmó que “Tener un título no es suficiente, hay que cumplir todos los requisitos. No vamos a permitir que se haga minería mal hecha. Se va a respetar el debido proceso al que tiene derecho el titular en este caso COSARGO, pero sin duda se aplicaran las sanciones necesarias, las cuales pueden ir desde multas, hasta la caducidad en el contrato de concesión minera”.
A pesar de que esto podría parecer una victoria para la comunidad de la vereda Agua Clara que ha mostrado una oposición al proyecto minero desde sus inicios, Jorge Saray, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda es de otro parecer.
Para el habitante de la zona el problema se agudizará ya que las exploraciones, que no fueron detenidas ni fueron expulsadas las cuadrillas de trabajo como lo establecería la disposición de la ANM, llegaron a su término y arrojaron resultados positivos para caliza y arenisca. Estos materiales tienen todo el atractivo comercial que pondría en riesgo las inmediaciones del páramo y a ese ecosistema específicamente, toda vez que se podría explotar desde la base de la montaña dejando al páramo sin elementos del subsuelo necesarios para que el agua se filtre hacia las zonas bajas de la montaña.
Saray también asegura que “ se viene una pelea jurídica para tumbar el título minero que aún está vigente ya que la explotación se va a dar a fin de año entre los 2660 y los 2700 metros sobre el nivel del mar”.
Además, fue enfático en señalar que esto es un triunfo agridulce ya que “si bien se acaban las exploraciones esta situaciones puede generar que la comunidad baje la guardia y no defienda el páramo de una explotación que es inminente”.