Paro agrario afectará recolección de cosechas

El sector arrocero aseguró que no tiene motivos para ir al paro agrario por cuanto logró importantes acuerdos con el Gobierno y con la industria molinera que redundó en una franja de precios y en convenios para el incentivo al almacenamiento para los eventuales excedentes de la cosecha. Según los productores del cereal, hay además, estabilidad en los precios.

El presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández dijo en Confidencial Colombia que no ve justificación alguna para ir a un paro, amén de lo sucedido en Tibú, situación complicada y que finalmente con una inmovilización terminará volcándose contra los mismos productores y agricultores que ya perdieron sus cosechas porque no pudieron recolectarlas ni sacarlas a los centros de comercialización.

“Nos parece que hacer un paro en pleno mes de agosto cuando estamos en plana cosecha será muy adverso porque no solamente se paralizarán las carreteras sino el transporte de los productos recolectados. Esto no es más que un perjuicio para los mismos productores. La verdad Colombia ya está saturada de tanto paro porque con esto lo único que logramos es terminar de descuadernar este país, el asunto es elemental, hay que llegar a unos acuerdos por la vía del diálogo”, declaró el dirigente gremial.

Hernández explicó que la cosecha arrocera de Tibú (Norte de Santander) no pesa mucho en el grueso de la recolección nacional porque trata de productores medianos y pequeños. “Me parece injusto que un campesino pierda su cosecha solo por el capricho de un paro”.


Los tratados comerciales no son sanos

El dirigente gremial indicó que para los productores del campo los acuerdos comerciales suelen ser complicados porque se hacen con países que manejan subsidios y que tienen una asistencia estatal inmejorable, situación que los pone en condición de competir y arrasar con los países que no tienen esos beneficios o que no están preparados en competitividad.

Dadas esas condiciones, lo ideal es llegar a soluciones concertadas de manera integral con los campesinos y los gremios de la producción nacional, pero sin promover vías de hecho que terminen afectando a los labriegos y destrozando la economía agropecuaria que apenas trata de levantar cabeza.

“También le hago un llamado al Gobierno porque él no tiene por qué estar negociando en las carreteras y no con los gremios que somos los que impulsamos toda la institucionalidad y conocemos los males sectoriales. Nosotros estamos para enfrentar inconvenientes y para ayudar en la búsqueda de soluciones. Negociar en carretas tan solo lleva a perder la institucionalidad y eso no es sano ni conveniente en este momento”, comentó Hernández.

En su opinión, la vía del diálogo es lo más acertado porque como se dice en el común de la gente, “el palo no está para cucharas” y una inmovilización le daría muy duro al campo. “Todos tenemos que remar para el mismo lado, buscando mejoras en infraestructura, en tecnología y competitividad, eso sí atendiendo por parte del Gobierno la inversión en el campo pues hay un atraso de 30 o más años que obliga al ejecutivo a mirar hacia las zonas rurales”.

Sobre contrabando, afirmó, que este es un flagelo nefasto de toda la vida, pero aseguró que con el accionar de la Policía Fiscal y Aduanera hará que al final del año, los índices de mercancía ilegal internada sean mucho menores.

Aseveró que El TLC, “gústenos o no”, es una realidad que afecta la producción doméstica con importaciones masivas de alimentos y otros bienes y es por eso que el gremio le hace un llamado al Gobierno para que ayude a mitigar los efectos del libre comercio con apoyos a los agricultores así como con compensaciones.

Pilas con los fertilizantes

Sobre los agroquímicos, Hernández reconoció que este es un rubro que pesa mucho, pero aclaró que luego de promover el uso de genéricos que bajaron hasta en 75 por ciento el precio, los productores abusaron del menor valor para aplicar mayores cantidades. Para Fedearroz las únicas armas para lograr competitividad son menos utilización de insumos, menos fertilizantes, menos semillas y menos agua lo cual baja en 30 por ciento los costos de producción aumentando los rendimientos hasta en dos toneladas.

“Estoy de acuerdo en que metan en cintura a los laboratorios que cobran exageradamente los insumos para el agro, pero también hay que decirle al agricultor que debe mejorar su competitividad con la adecuación de sus tierras y la nivelación de suelos para evitar el uso de insumos”.

Para este año la cosecha arrocera podría estar por el orden de los 2.5 millones de toneladas en términos de paddy verde.
Finalmente, Hernández apuntó que el plan de contingencia para evitar desabastecimiento le corresponde al ejecutivo, empero insistió en que el paro es de total detrimento para los productores.