El que fuera considerado el huracán más fuerte por la meteorología se degradó a tormenta tropical al tocar suelo mexicano. Se espera que los daños sean menores a medida que pierde potencia.
Las imágenes satelitales y las predicciones meteorológicas daban cuenta de un huracán colosal. Patricia, era el huracán más potente registrado en la historia de la meteorología. Todo hacía prever cuantiosos daños y alto peligro sobre la costa pacífica mexicana.
Sin embargo, este sábado 24 de octubre, después de tocar la costa centroamericana, el huracán comenzó a degradarse a tormenta tropical. Esto implica que los vientos registrados están por debajo de los 80 km/h y no se hay mayor probabilidad de que se acerquen a los 325 km/h con que dejó el océano pacífico.
Si bien esta velocidad puede generar pérdidas y daños en algunas estructuras urbanas y generar desbordamientos de algunos ríos, como ya ha estado sucediendo, es muy poco probable que ocurra una tragedia.
A pesar de que las lluvias se han hecho presentes junto con los fuertes vientos, se espera que la velocidad y potencia de estos continúen disminuyendo a medida que la tormenta se adentra en territorio mexicano.
Las autoridades han tomado las medidas pertinentes para resguardar a la población y hasta el momento no se han registrado heridos o pérdida de vidas humanas.