Una de las reglas fundamentales que han impuesto las partes al momento de sentarse a dialogar es que las conversaciones se van a llevar a cabo, al menos durante algún tiempo, en medio del conflicto. Mientras en La Habana estarán los negociadores discutiendo el inicio de la paz, en el territorio nacional continuarán los combates y las operaciones militares.
Esta decisión podría tener una consecuencia en la mesa de diálogo. Una toma a una estación de policía por parte de la guerrilla, o una exitosa operación de ejército, podrían poner a tambalear el proceso y ser un termómetro de las posiciones que asuman unos y otros en las negociaciones y en los acuerdos que puedan sostener.
La decisión del Gobierno de trabajar en un proceso de paz en medio del conflicto, le da un mensaje de confianza a la opinión de que no va a bajar la guardia. Con esta posición, el ejército se muestra firme en su intención de seguir combatiendo a la insurgencia y el gobierno asegura no estar cometiendo los errores del pasado.
Justamente una de las lecciones aprendidas durante el proceso de paz realizado en el Caguán, en el que se despejaron varios municipios del sur de Colombia, es que dentro de la zona de distensión no se presentaron enfrentamientos armados pero en el resto del país se intensificó el conflicto.
Esto generó desconcierto en el pueblo colombiano, que veía cómo al tiempo, y dentro del mismo país, guerrilla y Estado dialogaban de paz pero seguían combatiendo y generando muertos.
La guerra en Colombia seguirá. El ministro de Defensa ha llamado a los altos mandos militares a continuar con firmeza las operaciones contra la guerrilla. De hecho, en una reunión sostenida hace días con su homólogo estadounidense, el jefe de la cartera le solicitó ayuda a ese gobierno para seguir combatiendo a la insurgencia.
Para los colombianos, presenciar diálogos de paz en medio de los hostigamientos, podría representar un escenario de desconfianza en el que habría confusión sobre el éxito del proceso.
Sin embargo, el gobierno de Colombia espera que la guerrilla de las Farc entregue las armas para acabar el conflicto. El ejército, mientras tanto, no detendrá sus operaciones militares: ese es a la vez un mensaje al enemigo y una manifestación del control y la legitimidad que ejerce sobre el territorio nacional.
Confidencial Colombia presenta el panorama de orden público desde el día en que los colombianos conocieron de los acercamientos de paz. El Gobierno intentará poner fin de manera pacífica al conflicto a través de una mesa de diálogo en La Habana, pero seguirá tratando de ganar la guerra en las montañas del país.
Desde el 19 de agosto, día en el que se anunciaron los diálogos, se han presentado 9 atentados de la guerrilla en diferentes zonas del país. Por su parte, el Ejercito Nacional ha ejecutado 5 operaciones militares en donde han resultado abatidos y capturados varios integrantes de las Farc. El siguiente mapa señala los lugares en los que han sido ejecutados.