Perro torturado por Los Zetas es recibido con honores en Congreso mexicano

Pay de limón es el nombre del can que logró sobrevivir a las mutilaciones que el grupo narcotraficante le realizó con el fin de practicar nuevos métodos de tortura, este perro encarna ahora la iniciativa de conservación animal más grande de México.

Una llamada anónima en el 2011, alertó sobre un animal maltratado en un basurero en Zacatecas (México), cuando la Asociación Civil Milagros Caninos dió con el perro de 10 meses de edad, lo encontró con sus dos patas delanteras mutiladas y tras un largo proceso de recuperación en el Distrito Federal empezó la historia de “Pay de limón”.

Según los estudios realizados, el animal fue víctima en repetidas veces de torturas por parte del cartel narco Los Zetas. Con el fin de practicar con él diferentes formas de infligir dolor que luego aplicarían sobre las personas secuestradas.

El renacer de Pay de limón



Inicialmente, el perro fue atendido en la Ciudad de México, donde progresivamente tuvo la sanación de sus patas y el mejoramiento en su contextura física, luego fue trasladado hasta Washington, Estados Unidos, donde le construyeron unas prótesis especiales para que pudiera volver a caminar.

Si bien el proceso de adaptación llevó varios meses, finalmente el animal lo consiguió. Ahora tiene unas nuevas patas, hechas con fibra de carbono y una capa interna acolchonada, deben ser cambiadas una vez al año.

Pay de limón en el Congreso


Con su trágica historia de maltrato, el canino se ha convertido en un símbolo a nivel nacional que le ha merecido el honor de ser primer animal en pisar la Cámara de Diputados de México, todo esto con el motivo de acompañar la presentación de la Ley General de Bienestar Animal.

Alejandra Gutiérrez Campos (PAN), Héctor Barrera Marmolejo (PAN), Karina Padilla Ávila (PAN), Federico Doring Casar (PAN), Brenda Borunda Espinoza (PRI), Verónica Delgadillo García (MC) y Ariadna Montiel Reyes (Morena) fueron algunos de los diputados que suscribieron la iniciativa original.

El objetivo de esta nueva ley buscará regular “el funcionamiento de los centros de control animal, antirrábicos o análogos y convertirlos en centros de atención y rehabilitación animal”. Por otra parte, se establecerán nuevas sanciones por actos de maltrato y crueldad animal.