Estudiar una carrera profesional, no es nada fácil, y aún más cuando no se posee el dinero suficiente para pagar cada seis meses una matrícula. Caterín Guzmán es una joven que salió del colegio y no contaba con los suficientes recursos económicos para financiar sus estudios de pregrado. Sin embargo, su disciplina y esfuerzo la llevaron a cumplir su sueño: estudiar psicología gracias al programa de becarios de Pacific Rubiales.
Caterín siempre se esforzó por ser la mejor del colegio. Su liderazgo la llevó a ocupar el cargo de Personera Estudiantil del Colegio Jorge Eliecer Gaitán en Puerto Gaitán. Su padre es vendedor de agua y su mamá aseadora en un colegio de este mismo municipio, así que estudiar es una “bendición” para ella.
Gracias a la Fundación Pacific Rubiales, quien le otorgó una beca para estudiar por su buen rendimiento académico y su alto puntaje en el ICFES; le dan 3 millones de pesos para la matrícula y 450 mil pesos mensuales para su manutención, sin embargo, esto no cubre todos los gastos, pues estudia en la Universidad Manuela Beltran en Bogotá, paga 300 mil pesos de arriendo y 150 mil en comida, así que su mamá le ayuda con una mensualidad pequeña que termina de cubrir los gastos.
Caterín no ha sido la única beneficiaria de este programa. Jesica Gonzalez tiene 19 años, se ganó una beca de 1.650.000 pesos para la matrícula y 500 mil para la manutención “Siempre quise estudiar algo que tuviera que ver con Hidrocarburos, así que me decidí por la Ingeniería Química en la Universidad de Pamplona, muy lejos de aquí. Cuándo viajé tenía 16 años y fue muy duro dejar a mi familia, este año ellos tuvieron algunos problemas por lo que decidí retomar mi carrera en enero y apoyarlos económicamente durante este semestre”, cuenta Jesica.
Las becas para estudiantes que no puedan financiarse una carrera profesional, no solo lo han logrado con la ayuda de la Fundaciòn Pacific Rubiales. Roberto Gaviria, Rector del Colegio Jorge Eliecer Gaitán, ha sido uno de los activistas para pedir recursos y ayudas para los jóvenes que merecen becas por su buen desempeño académico mientras estuvieron en el colegio. Asimismo, se llegó a un acuerdo en el que los estudiantes de décimo hacen un preicfes para prepararse con anticipación. En el 2012, el mejor ocupó el séptimo puesto en la prueba Saber-11.
Por otro lado, los estudiantes del área técnica de atomización fueron a la zona de influencia de Pacific para realizar su práctica, con esta experiencia muchos de ellos aclararon su futuro profesional y se decidieron por el programa de pregrado.
Por ejemplo, Santiago, uno de los menores de edad que estuvo en los campos petroleros, dijo que antes de ir siempre tuvo en la cabeza estudiar medicina, pero la práctica lo ayudó a cambiar de opinión y estudiar Ingeniería de Petróleos. “Estuve en campo Arrayanes a cargo de los ingenieros de mantenimiento. Allí aprendí todo lo que tiene que ver con extracción y tratamiento del crudo, es decir sacarle toda el agua al petróleo y dejarlo puro”, contó Santiago.
Han sido jóvenes que persiguen sus sueños con “empeño y ambición”. Pero que también lo han hecho gracias a las autoridades municipales y la industria petrolera, ya que estos sectores además de trabajar en el sector de hidrocarburos, tambien están interesados en contribuir y apoyar a los bachilleres que quieren estudiar una carrera profesional y que por falta de recursos económicos no lo pueden hacer.