Los inconvenientes de los bogotanos con el impuesto a la valorización han aumentado el número de firmas para la revocatoria del alcalde Petro, una iniciativa que jalona desde hace dos meses el representante Miguel Gómez Martínez. El proyecto está a punto de conseguir las 289 mil rúbricas necesarias para que los ciudadanos puedan elegir sobre el futuro del mandatario local.
El dos de enero el legislador Miguel Gómez radicó ante la Registraduría Civil la solicitud para revocar a Gustavo Petro, un memorial de siete puntos que resalta algunas inconformidades de la ciudadanía ante la administración distrital en temas de desarrollo, movilidad, educación, salud, renuncias en el Gabinete, improvisación y el tratamiento de las basuras.
Pero la iniciativa no caló en el Concejo de Bogotá, en el Senado ni en el Gobierno Nacional. Sin respaldo político, Gómez empezó una recolección de firmas sin mucha expectativa.
Y sin pronósticos a favor, este martes la iniciativa alcanzó 262.849 firmas, y solo faltan 27.151 para enviar los formularios a la Registraduría Nacional y acercarse al referendo revocatorio.
Con gran sorpresa para la administración, los lugares en los que más se apoya la salida del mandatario son los estratos bajo y medio, o por lo menos así lo asegura el Representante Gómez. El delfín del partido conservador quien abandonó sus raíces ‘godas’ y se lanzó a la política con el Partido de la U. Entrevista.
Confidencial Colombia: ¿Cómo va la revocatoria?
Miguel Gómez: Vamos muy bien. Al día de ayer (domingo 24 de febrero) hemos completado casi 260 mil firmas. La ley prevé que hay que presentar 289 mil, pero nosotros vamos a presentar más porque hay algunas de esas que no van a resultar válidas. Hay que estar por encima de lo que pide la ley para que no haya problemas.
Para nosotros era muy positivo si pudiéramos recoger cerca de 10 mil firmas diarias, pero en estas últimas semanas no ha habido ningún día que estemos por debajo de esa cifra.
C.C: ¿Cuándo esperan presentar las firmas?
M.G: Aunque la ley no fija un plazo para la entrega, nosotros lo queremos hacer lo más rápido posible. En tan sólo en un mes y diez días hemos recogido casi la totalidad de lo necesitado para presentar. Pero primero vamos a recoger más de las necesarias.
Tenemos planeado que si mantenemos la presión podríamos estar presentando las firmas antes de terminar el mes de marzo. Lo positivo es que en dos meses habremos recogido la cantidad total que necesitamos.
C.C: ¿En cuáles barrios se ha recogido la mayor cantidad?
M.G: La mayoría de firmas las hemos recogido en Usaquén, Suba, Fontibón, Engativá y Kennedy. También nos ha ido bien, y muy sorprendentemente en Ciudad Bolívar, allá hemos recogido muchas firmas.
Curiosamente en Chapinero y Teusaquillo la respuesta es mucho menos positiva. Da la impresión de que estratos 4 y 5 son menos sensibles a la revocatoria como los estratos 2 y 3.
C.C: ¿Por qué cree que se está presentando eso?
M.G: En parte es por qué el porcentaje de firmas tiene que ver con la densidad de la población. Si usted tiene zonas muy pobladas es muy probable que consiga muchas firmas. Por eso en localidades como Teusaquillo y la Candelaria hemos conseguido pocas.
Lo sorprendente es que contrario a lo que cree el alcalde, es en los estratos 2, 3 y 4 en los que hay mucho malestar contra la alcaldía. En esos lugares la gente firma con pasión, por no decir con rabia.
C.C: ¿Por qué cree que la gente firma con tanta “pasión”?
M.G: Hay una sensación de que la ciudad está en crisis, pero en general pienso que es un cansancio de que la ciudad no progresa y los problemas no se resuelven.
Cuando estamos en el proceso de recolección y le preguntamos a la gente por qué firma responden: “es que ésta ciudad no va para ningún lado”. Además podemos ver que hay mucho malestar con los temas de movilidad. Lo otro es que el tema de las basuras sigue ahí flotando y los últimos hechos de la valorización han pesado.
Por ejemplo: éste sábado (23 de febrero) tuvimos muchas firmas y acababa de producirse la noticia de que el alcalde suspendía el cobro de valorización, yo creo que hay una relación directa entre una cosa y otra.
Pero hay algo claro. Muy poca gente nos habla de Petro por su pasado en el M19 y firman por eso. Es su presente el que le está haciendo daño, no su pasado. La gente habla es de lo mal que va la ciudad. Es una saturación por la crisis, o eso es lo que percibo cuando voy recogiendo firmas.
C.C: Desde un principio los partidos políticos no se sumaron a la revocatoria del Alcalde ¿ha cambiado eso?
M.G: No hay bancadas, y pienso que eso nos ha servido porque nos ha alejado de la mala imagen que tienen los partidos en el Distrito.
Hay un cansancio muy grande y mucha gente dice que lo que está en Bogotá mal es el alcalde, pero también el liderazgo político, que no ha estado a la altura de las circunstancias.
Lo único que hay es asociaciones sin ánimo de lucro que nos están ayudando. Son más o menos doce las que se han organizado para la revocatoria.
C.C: ¿Cuáles son?
M.G: Hay varias: está ‘Fuera Petro’, ‘Revocatoria ya’, ‘Bogotá se respeta’, ‘Primero Bogotá’ y ‘Bogotá soy yo’, entre las que recuerdo.
Son organizaciones pequeñas que tienen una gran fuerza de voluntarios que se dedican a recoger firmas todos los días. Lo que me parece interesante, es que es sociedad civil pura.
C.C: ¿Estas organizaciones se constituyeron cuando se radicó la revocatoria o antes?
M.G: Sólo una se constituyó antes de que se radicara la petición. Las otras se crearon al principio de este año.
C.C: ¿Cuánto dinero se han gastado en la recolección de firmas?
M.G: Hasta el día de ayer hemos gastado 42 millones de pesos. Eso incluye gastos de papelería, esferos, volantes y elementos de identificación de los que recogen las firmas. Además de los refrigerios y la página de internet.
Para conseguir las firmas que queremos tenemos presupuestado que nos gastemos cerca de los 100 millones de pesos. Lo que equivale al 10 por ciento de lo que reglamenta la ley, que se puede gastar para llevar a cabo un proceso como este. Osea 1000 millones de pesos.
C.C: ¿De dónde sale ese dinero?
M.G: Ese dinero viene de aportes que se han hecho a la fundación Democracia y Libertad. Son aportes de personas naturales en su inmensa mayoría, y el único requisito que establecimos para que se pueda dar dinero es que ninguna persona puede ser contratista del Distrito.
Pero gracias a que ha salido un grupo grande de voluntarios los gastos han sido relativamente bajos.
C.C: ¿Cree que sí se va a revocar al alcalde Petro?
M.G: Yo creo que sí. Siento que hay un malestar en la ciudadanía muy grande y por lo que he visto en el proceso, no creo que la gente piense que la ciudad va a mejorar. Al revés, la gente tiene la percepción de que esto va de mal en peor, por eso pienso que la revocatoria va a calar.
Y Hay tres rezones por las cuales va a funcionar: En primer lugar es porque Gustavo Petro sólo lo eligió el 31% de los bogotanos.
La segunda es porque Bogotá es una ciudad de voto de opinión muy fuerte y aquí hay una inmensa mayoría de personas que no votan amarrada a las maquinarias.
Y la tercera razón por la que pienso que la revocatoria va a funcionar, es porque la gente está muy cansada y noto que los bogotanos están aburridos de años de decadencia y quieren un cambio de rumbo.
C.C: ¿Cómo ve el apoyo del Gobierno Nacional en este intento de revocatoria?
M.G: En este caso el Gobierno Nacional ha impartido órdenes a los medios de comunicación para que sea ignorado, sin embargo la gente está firmando.
C.C: ¿Por qué dice que el Gobierno Nacional impartió la orden para que los medios no estuvieran pendientes de la revocatoria del Alcalde?
M.G: Eso fue una instrucción de la Alta consejera para Bogotá, Gina Parody. Ella salió desde palacio asegurando que el Gobierno no le jalaba a la revocatoria y desde el principio se bloqueó toda la comunicación de la iniciativa, y eso fue una instrucción de que eso no debía hacerse.
Al Gobierno no le conviene que haya participación ciudadana. Hay el interés de sepultar en el silencio la iniciativa, pero cuando radiquemos las firmas no podrán seguir ignorando el fenómeno.
Por eso razón demande a Gina Parody ante la Procuraduría. Por participación en política.
Esta revocatoria es una decisión de la ciudadanía y ella no tiene porque subir ni denigrar lo que hacen los ciudadanos. El Gobierno no tiene nada que decir ni a favor ni en contra porque esto es una iniciativa popular.
C.C: ¿Por qué cree que el Gobierno no está apoyando la revocatoria. Se están moviendo intereses políticos detrás de apoyar o no la salida del alcalde?
Yo creo que a este Gobierno no le gusta mucho que la gente participe. Es un Gobierno en ese sentido oligárquico.
La Marcha cafetera también la han desacreditado y todas las protestas les parece que son inconvenientes, innecesarias, inoportunas y hasta peligrosas. Todo aquello que suene a que la gente es autónoma y no sigue las instrucciones del Gobierno es visto como negativo. Es un Gobierno muy poco tolerante a la diferencia.
C.C: ¿De llegar a ser revocado el Alcalde puede usar eso para victimizarse y usarlo como plataforma para lanzarse a la Presidencia de la República?
M.G: Yo creo que un alcalde revocado no será presidente.
C.C: Al ser tan poco reconocido en Bogotá, ¿por qué se interesó en impulsar esta revocatoria?
M.G: Lo primero es que hay una incomprensión de quien es quien. Yo soy Representante a la Cámara por Bogotá. Pedí la renuncia del entonces alcalde Samuel Moreno. Me enfrenté a mi bancada pidiendo que denunciáramos la corrupción, y siento que por eso no soy una figura muy popular del partido.
En otras palabras, yo hago las leyes para todos los colombianos no para los bogotanos. El control político le corresponde al Cabildo Distrital y no a los representantes.
Sin embargo aclaro que yo si he presentado debates sobre temas que tienen que ver directamente con Bogotá. Por ejemplo la reglamentación del uso de trici-móviles y el proyecto de ley para los delitos menores.
C.C: ¿Cómo le parece no haber recibido apoyo de su bancada y de otros partidos políticos?
M.G: Me parece que eso es miope porque se están quedando aliados de un Gobierno malo y eso va a tener un castigo en las próximas elecciones.
Además pienso que no participar en la política, con el argumento de que más bien espero si me cae un pedazo de la mermelada distrital es una mala visión.
Por eso la gente no quiere a los partidos. Porque no representan realmente opción. Todos los partidos apoyan de vez en cuando el mandato del Alcalde y eso es una coalición que no tiene carácter.
Ningún partido quiere hacerle oposición a Petro porque todos quieren una tajada de la mermelada. Saben que el Mandatario tiene 13.4 billones de pesos de presupuesto y quieren un pedazo de eso. Por eso es mejor estar sólo que mal acompañado.