21 años después de haber comenzado como una librería online y de convertirse en la mayor tienda de internet del mundo, Amazon decide abrir una tienda física de libros.
Suena curioso, pero así es. Amazon, el gigante del comercio online, está festejando que abrió su primera librería física en Seattle, EE.UU. Se llama ‘Amazon books’ y es similar a cualquier otra librería tradicional, pero solo que detrás de esas estanterías está todo el conocimiento y experiencia del vendedor en internet más grande del mundo.
Aunque hoy por hoy Amazon vende desde artículos para el hogar o el trabajo hasta ropa y más recientemente comida fresca, lo cierto que su negocio principal, desde cuando fue fundada en 1994 por Jeff Bezos, fueron los libros. Eso le valió no pocas críticas por parte de las librerías, quienes vieron como poco a poco los usuarios preferían comprar en línea y a precios mucho más competitivos. Y ahora, los mismos propietarios de esas mismas librerías ven como su “enemigo” se está transformando en uno de ellos.
Y la gran pregunta es por qué. Para algunos expertos, Amazon está tratando de obtener lo que no ha podido en todos estos años: darle al cliente el placer de tocar y oler el libro antes de comprarlo, pero también el placer de obtenerlo ahí mismo, sin espera, y con la asistencia de un excelente y conocedor vendedor que sea capaz de convencerlo, sin mucho esfuerzo, de que eso es lo que busca.
A eso le sumará lo que sabe hacer: cruzar patrones de compra y hábitos de consumo para ofrecer los títulos más apetecidos, los que tienen las mejores calificaciones de los clientes y con un plus casi excepcional: los bajos precios de su tienda Amazon.com.