Después del ciberataque nunca antes visto que arrasó medio planeta quedan muchas dudas por responder, pero sobre todo una palabra hasta ahora muy poco conocida para la mayoría de usuarios: el Bitcoin. Después de haber invadido 300 mil computadoras de más de 150 países, estos hackers pidieron como recompensa un pago en este tipo de moneda si la víctima quería volver a ver sus archivos. Por paradójico que parezca, estos piratas informáticos hasta ahora solo han recaudado poco más de 63 mil euros.
Pero ¿qué es esta cibermoneda y por qué es la preferida por los hackers? Bitcoin es una moneda virtual, no es física es inmaterial, y es un medio de pago utilizado solo en internet y puedo utilizarlo cualquier persona. Sirve para comprar como cualquier otro tipo de moneda. La diferencia, que le otorga gran valor para los ciberdelincuentes, es que está descentralizada, no depende de nadie. Nadie la controla y eso hace mucho más difícil seguir su rastro de pago y por lo tanto identificar a los hackers.
Esta divisa virtual es creada, distribuida y autenticada fuera de las manos de bancos y gobiernos. Sus características criptográficas la convierten en una moneda imposible de falsificar, y gracias a que mantiene el anonimato de sus usuarios hace que sea usada sin temor a cualquier regulación de censores.
¿Cómo adquirirla? Bitcoin es simplemente una aplicación móvil que sirve al usuario de un monedero virtual con el que puede enviar y recibir bitcoins desde cualquier lugar. Además la rede de Bitcoin comparte una contabilidad pública, ‘block chain’, que contiene cada transacción procesada para verificar su validez. “Esta contabilidad contiene cada transacción procesada, permitiendo verificar su validez. La autenticidad de cada transacción esta protegida por firmas digitales correspondientes a las direcciones de envío, permitiendo a todos los usuarios tener control total al enviar Bitcoins desde sus direcciones Bitcoin”, explica bitcoin.org.
Su valor también varía como el de cualquier moneda Desde su lanzamiento en 2009, se creó un algoritmo que permite la compraventa por internet sin precisar de mediadores. Muchos criptógrafos han discutido acerca de si está bien diseñada, pero lo que realmente importa es que puede ser usada para adquirir cualquier cosa. Desde medicinas, hasta música, carros… e incluso cambiarlo por las propias divisas corrientes.