El Ministro de Hacienda colombiano, Mauricio Cárdenas, afirmó que el posconflicto hay que entenderlo como una inversión que se va a pagar vía el mayor crecimiento que va a generar la economía colombiana en condiciones de paz.
“No es exagerado decir que la paz y los compromisos que vengan con ella se pagarán en parte con los mismos dividendos que da en materia económica tener una sociedad que se libera del conflicto”, dijo.
Y agregó que “una parte del posconflicto se va a pagar sola, porque con paz vamos a crecer más rápido y ese mayor crecimiento nos va a generar los recursos para pagar esas inversiones del posconflicto”, durante el conversatorio “Análisis de los Posibles Costos del Posconflicto”, organizado por el Consejo Nacional Profesional en Economía y la Universidad del Rosario.
El Jefe de la cartera de Hacienda hizo énfasis en que el posconflicto se debe financiar de una manera que sea acorde con la sostenibilidad fiscal.
A la vez, aseguró que para financiar el posconflicto se debe re priorizar el Presupuesto General de la Nación, buscar cooperación internacional y el acompañamiento de organismos multilaterales de crédito.
“Naturalmente tenemos que armonizar el posconflicto con la sostenibilidad fiscal del país. Hoy tenemos un gran activo que es la sostenibilidad fiscal, responsabilidad macroeconómica y necesitamos otro, una sociedad en paz, esos dos al tiempo son los que nos van a dar un gran potencial. No puede ser que por lograr uno perjudiquemos el otro. Tenemos que lograr los dos al tiempo”, indicó el Ministro Cárdenas.
De igual manera, resaltó que el país ya ha venido haciendo inversiones en el posconflicto en áreas como la atención a las víctimas y desarrollo rural.
Inversiones importantes
“Este año las inversiones asociadas a la atención, asistencia, reparación de las víctimas en nuestro país ascienden a $7.9 billones. Eso es más el 1% del PIB colombiano”.
El Ministro de Hacienda destacó que uno de los grandes activos que tiene el país es que maneja unas cuentas fiscales muy sanas, lo que se traduce en buenas calificaciones y menor costo del financiamiento.
“Eso en el argot técnico se llama sostenibilidad fiscal. Pero en últimas es administrar bien la casa, no endeudarse demasiado, mantener bajo el déficit, mantener una política donde los ingresos y los gastos van bastante acompasados”, concluyó Cárdenas.