Si bien hay preocupación en los hogares colombianos y en algunos sectores productivos por los efectos del verano el cual llega acompañado de heladas, los expertos en temas del campo dicen que aún es prematuro hacer conjeturas sobre inflación por mayores precios en los alimentos y todo lo que rodea una situación climática extrema.
Muy por el contrario la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) informó que para ese sector el asunto está resuelto porque afortunadamente los productores lograron recoger la cosecha casi que en su totalidad, garantizando abastecimiento y buenos precios para las amas de casa.
El presidente de Fedearroz, Rafael Hernández dijo a Confidencial Colombia que inclusive los precios del arroz deberían bajar porque a los productores les bajo el ingreso en un 20 y 30 por ciento, beneficio que se debe trasladar a los consumidores y no se quede en manos de los intermediarios.
“La cosecha se está terminando de recolectar y hay que tener en cuenta que siempre para esta época es verano, el cual va entre Enero , febrero y parte de marzo, tiempo en el que las siembras se restringen y se retoman a mediados de abril que es cuando llega la siembra fuerte porque en mayo comienzan las lluvias”, comentó el dirigente gremial.
Sobre las altas temperaturas, dijo que estas vienen acompañadas de disminución en la disponibilidad hídrica y las heladas propias del altiplano cundiboyacense.
En su opinión la situación está atada al cambio climático el cual llegó para quedarse, situación que obliga a los agricultores a acondicionarse a él para desarrollar actividades sobre el manejo del cultivo y propender por una investigación que conduzca a hacerle frente a este tipo de problemas que seguirán en la realidad agropecuaria año tras año.
Desestimó un efecto inflacionario por cuanto el verano de comienzo de año está dentro de lo esperado. Indicó que ante la situación climática, las familias deben aplicar las finanzas y aprovechar lo que está en bonanza para evitar sobresaltos en la inflación.
En el cierre de 2012 fueron sembradas con arroz unas 407.000 hectáreas y para este año se espera crecer en unas 430.000. Lo anterior significa que en términos de paddy verde la cosecha superó los 2.2 millones de toneladas y en paddy blanco los dos millones de toneladas.
Hernández pidió mucha prudencia a los productores para evitar crecer demasiado porque una sobreoferta, sumada a las importaciones contempladas por el TLC afectará el desempeño al agricultor.
Dijo que pese a los esfuerzos del Gobierno, aún la locomotora de la agricultura no despega por las falencias aún visibles en distritos de riego, vías terciarias e infraestructura en general, factor que no se superará en dos o tres años porque el problema demanda unas inversiones inmensamente grandes para que el campo sea rentable.
Ganaderos preocupados
Por su parte el sector ganadero del país manifestó que si bien no se logran cuantificar los daños por el verano, ya hay alarmas encendidas en varias regiones que comienzan a sentir el rigor del clima.
El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie declaró en este medio que el verano se presenta con una intensidad calórica muy alta que sin duda alguna afecta la pastura, situación que de prolongarse, como se prevé, dejaría saldos muy graves en la ganadería.
Precisó que los pastos difícilmente alcanzan hasta marzo para mantener la actividad ganadera. “Si esto se profundiza, mucho me temo que la situación puede ser crítica e algunas zonas de la costa norte así como en otras regiones del país muy a pesar de las aguas que han caído en el sur occidente”, afirmó.
El vocero de los ganaderos indicó que por la situación, se intenta a toda costa, mantener abiertas las bodegas de suplementación alimentaria para que los ganaderos puedan adquirir algunos productos fabricados por el gremio y otros elaborados con semillas de algodón, silos de maíz o forrajes de caña de azúcar altamente nutritivos y con gran aporte energético, vital en el trópico.
Lafaurie precisó que por la amplia oferta de carne que tiene el país no se puede aseverar que venga pronto un fenómeno inflacionario. El país tiene un hato ganadero superior a los 24 millones de cabezas de bovinos. La gran amenaza, consideró, es para el sector lácteo y no por el clima sino por el TLC.
Actualmente Colombia es el tercer hato más grande de América del sur y el once a nivel mundial. En la actualidad el gremio le apuesta a giras técnicas nacionales e internacionales para adoptar manejos y tecnologías que permitan crecer con conceptos elevados de calidad.