Prevenir es belleza y salud

Estar guapos, disimular las arrugas, estar delgados, tonificados, vernos y que nos vean bien, son preocupaciones constantes que se incrementan con los años. Sin embargo esto es sólo la fachada. ¿Qué pasa por dentro? Hace dos décadas se creó en EEUU un nuevo concepto de medicina, la medicina antiaging, preventiva, para estar y vernos mejor el mayor tiempo posible.

Envejecemos porque nos oxidamos. Cuando somos jóvenes podemos luchar contra este proceso, pero con los años vamos perdiendo esa capacidad. Las células envejecen y se manifiestan en todo el organismo. Hace un siglo se vivía hasta los 50 años, ahora pasamos de los 80 y todos anhelamos estar bien hasta el final.

A partir de los 20 años empezamos a envejecer. Es aquí cuando deberíamos comenzar a cuidarnos, pero en la juventud no se piensa en eso, y es a partir de los 40 o 45 años cuando nos empezamos a preocupar por nuestro cuerpo para que los años que nos queden los vivamos en buenas condiciones.

Un hombre y una mujer no envejecen igual. El hombre pierde agilidad mental y memoria, le baja la líbido, duerme peor, acumula grasa en el abdomen, pierde músculo, baja su energía, cambia de estado de ánimo con frecuencia, se concentra peor, pierde elasticidad y gana rigidez y dolores musculares. La mujer aumenta de peso, retiene líquidos, le salen arrugas en la piel, su estado de ánimo fluctúa, pierde el deseo sexual, sufre sofocos y sudoración nocturna, duerme mal, pierde vitalidad y su cuerpo se vuelve flácido. ¿Te reconoces? Empieza ya a cuidarte.

No es que vayamos a ser jóvenes eternamente, se trata de ralentizar la vejez. El objetivo es prevenir enfermedades, no sólo diagnosticarlas, optimizando la salud de cada individuo. Los principios básicos de la medicina preventiva son:

– Eliminar los malos hábitos. Cada uno sabe los suyos. Tampoco hay que ser radical. Si te gusta la cerveza, tómate una alguna vez, no cada día. El cigarrillo sigue siendo un mal hábito para la salud.

– Ser positivos. Adiós a los malos humos. Ser gruñón o gruñona te echa años encima. Cambia el chip y ve el lado bueno de las cosas. Por muchos disgustos que te de la vida recuerda que estás vivo y ese es el mayor regalo que tienes, cuídalo.

– Nutrición apropiada, comer sano, poca cantidad, pocas grasas y muchos antioxidantes. Pero la alimentación se queda corta de nutrientes y hay que tomar suplementos alimenticios como Vitamina D, Colágeno, Magnesio, Vitamina C y Potasio.

– Actividad física moderada. No se trata de convertirse en un deportista de élite porque el deporte en altas dosis oxida y la oxidación también contribuye al envejecimiento, Realice ejercicio cada día. Unos minutos de cardio, algo para tonificar y estiramientos.

Con información de El Confidencial