El reconocido tributarista y ex senador de la República, Oscar Darío Pérez advirtió que dentro del proyecto de reforma tributaria hay un tema muy peligroso que amerita todo el cuidado de los congresistas porque puede agilizar quiebras y afectar el patrimonio de los colombianos.
En diálogo con Confidencial, Colombia, Pérez precisó que la forma en que se calculan los intereses por parte de la DIAN termina con una formula que se pude llamar “bicompuesta”, es decir que deberle a esta entidad incluye los intereses y las sanciones, haciendo que la obligación se vuelva de tipo confiscatorio, situación que debe ser revisada en esta o en cualquier reforma tributaria porque afecta enorme y gravosamente el bolsillo de los contribuyentes.
Indicó que la medida pone en franco riesgo el patrimonio de las familias y de las empresas. Explicó que una factoría que tenga una deuda con la DIAN de varios años porque no pudo pagar o porque tiene una discusión tributaria, está en peligro de liquidación o disolución por los altísimos niveles de intereses y los elevadísimos niveles de sanción. “Es decir no tanto el impuesto como el interés y la sanción puede precipitar el cierre total de una empresa”.
Lo amargo y dulce del proyecto
Para el experto en impuestos, el proyecto como todos, tiene aspectos favorables y otros menos buenos. Dentro de los favorables, declaró, se puede decir que está el manejo al impuesto de ganancia ocasional el cual es acertado y afortunado. “Reducir los impuestos a las ganancias ocasionales hará visibles muchísimas de las operaciones que se llevan en Colombia como transacciones en propiedad raíz, herencias, legados y donaciones, loterías, rifas y apuestas entre otros juegos de azar y situaciones afortunadas”.
Comentó que la medida se cristalizará y le dará mayor transparencia a este impuesto de cara al país pues la tarifa baja del 33 al 10 por ciento.
Pérez dijo que dentro de los puntos a discutir está el peso específico mayor sobre las personas naturales que ganan más de seis millones de pesos en adelante porque una persona que devengue 12 millones de pesos no se puede tildar de potentado o que encaja en la clase alta.
“En mi criterio, una persona de esas tendrá un peso tributario alto. La creación del IMAN le da vida a un impuesto presuntivo que hace obligatorio que las deducciones que pueda tener una persona por el régimen de depuración de la renta ordinaria se vean eliminadas frente a esta nueva figura porque siempre primará para las autoridades de hacienda pública e impuestos”, anotó Oscar Darío Pérez.
Agregó que para tener en cuenta, está otro punto delicado y es que a partir de 2014 se acaba el deducible a los rendimientos financieros sobre la parte que corresponde a la corrección monetaria o a la inflación y pasará a ser gravado. “Si una persona recibe 10 millones de pesos por concepto de intereses en un año, la van a gravar por ese monto y eso es cobrar impuestos a la inflación porque el componente inflacionario no será considerado como un ingreso no constitutivo de renta o de ganancia ocasional.
Sobre los parafiscales, Pérez dijo que el asunto es bien discutible porque el Gobierno garantiza los recursos para el SENA, la salud y el ICBF. Algunos, apuntó, piensan que esto le restará autonomía a estas entidades, otros creen que quienes pagarán esas contribuciones son las empresas que generan altas utilidades en beneficio de las pequeñas que constituyen más del 90 por ciento. “Lo van a pagar las petroleras, las metalmecánicas y posiblemente el sector financiero”.
Otro aspecto peligroso y a considerar es la inversión de la carga de prueba en perjuicio de los contribuyentes, situación que no es para nada conveniente.
Reservas por bajonazo del impuesto a la renta
En opinión del experto en impuestos, Oscar Darío Pérez, bajar el impuesto de renta del 33 al 25 por ciento más un alivio en la parafiscalidad no garantiza mayor generación de empleo porque estos se dan sencillamente porque las empresas los necesitan. “Lo que yo si creo es que se formalizarán muchos empleos”.