¡Qué faena la de Calamaro!

Entre viento, tierra, astros y puestas de sol, Calamaro dio una triunfal faena en la que con elegancia, estilo y dinamismo dio estocadas directo al corazón.

A las 6:30 de la tarde, cuando las puertas del Parque Salitre Mágico se abrieron, el público ingresó al “ruedo”. Miles de seguidores de Andrés Calamaro, habían hecho filas desde altas horas de la mañana, para lo que prometía ser una “corrida” inolvidable.

Por ello, cerca de las 8:20 de la noche, la espera ya se hacía insoportable, así que los asistentes tarareaban al unísono “Andrés, Andrés”, en un gesto cariñoso, que le indicaba al cantautor argentino que todo estaba listo para la faena.

Finalmente, casi a las 9 pm, bajo un cielo estrellado, los acordes de un piano interpretado por un Calamaro tranquilo y sereno, indicaron que la espera había terminado.

En breve, una “navarra” y un saludo corto a la capital, pues en este recital de rock, había poco espacio para las palabras, sería solamente la música la que acompañara la velada. Poco a poco, el público en el “ruedo” parecía enloquecer, mientras el “bohemio”, daba unos excelentes “muletazos”.

Pero el clímax llegó cuando Andrés Calamaro se tiró a “matar”, a “pinchar” al público con grandes clásicos como “sin documentos”, “Tuyo siempre”, “Out put – In put”, dando así, sin duda alguna, una de las mejores “estocadas”.

Y aunque muchos esperaban una “media Verónica” la “corrida” finalizó con “los chicos” que “se fueron antes”, un inesperado homenaje a Spinetta, Piazzola y Miguel Abuelo, entre muchos otros. Además de un sentido homenaje al gran Gustavo Cerati, en el que el público entonó con gran emoción unos versos de la ciudad de la furia.

Definitivamente, falto poco para que Andrés saliera a hombros, como los grandes toreros.