¿Qué pasará con el Museo Nacional?

Daniel Castro Benítez fue seleccionado como el nuevo director del Museo Nacional de Colombia. (Entrevista)

El maestro en Bellas Artes, músico, pedagogo e historiador asume la dirección del Museo Nacional de Colombia, luego de un proceso de selección meritocrático en el que también participaron la gestora cultural y experta en patrimonio María Fernanda Urdaneta, y la antropóloga Clara Isabel Botero.

El nuevo director del Museo Nacional de Colombia cuenta con amplio reconocimiento y experiencia en el desarrollo de proyectos, políticas educativas y buenas prácticas en comunicación y gestión museística, tanto en Colombia como en América Latina.

Castro quien ha estado vinculado a los museos a través de la pedagogía, a lo largo de su carrera profesional se ha desempeñado como coordinador de Proyectos Educativos Especiales del Museo Nacional de Colombia y jefe de la División Educativa y Cultural de la misma entidad. Actualmente dirige la Casa Museo Quinta de Bolívar y el Museo de la Independencia Casa del Florero, cargos que asumió en 1999 y 2002, respectivamente. Actualmente se desempeña como el Presidente del Consejo Internacional de Museos (Icom) capítulo Colombia.​

Entrevista con Confidencial Colombia

Confidencial Colombia: ¿Cómo recibe la noticia?

Daniel Castro Benítez: Es de una u otra forma una alegría en dos vías. Una es que el Ministerio manda un mensaje de que es posible internamente y dentro de un ejercicio meritocrático, una promoción de personas que han estado vinculadas a entidades afines. Y lo otro es que hay unos sentimientos encontrados; me alegra mucho tener la responsabilidad del Museo Nacional pero, también nos queda un nudo en la garganta de los 16 años que llevo en la Quinta de Bolívar y los 14 simultáneos que llevo en la Casa del Florero (…) entonces son dos sentimientos mixtos y una alegría que está en dos vías.

C.C: ¿Ya sabe quiénes lo remplazarán en la dirección del Museo Quinta de Bolivar y El Museo de la Independencia o Casa del Florero?

D.C.B: No. También es un proceso que debe tomar un tiempo (…) yo creo que es importante tener en cuenta esa famosa frase “que del afán no queda sino el cansancio”.

Me alegra mucho haber sido elegido entre la terna que pasó por el proceso meritocrático que el ministerio diseño y ya tendremos que mirar cómo se abordan los temas en el Museo Nacional y cómo vamos identificando la ruta para saber qué personas puedan quedarse a cargo de los otros dos museos.

C.C: ¿Cuáles son los retos y oportunidades del Museo Nacional de Colombia?

D.C.B: Hay una enorme oportunidad y es saber que el Museo Nacional es la casa matriz de los museos del país -por su trayectoria, por su antigüedad y por su importancia-; ahí hay una enorme oportunidad de transmitir muchos de los logros que hemos alcanzado en Quinta de Bolívar y Casa del Florero.

Otra es un asunto anecdótico: yo fui jefe de la división educativa del Museo Nacional entre 1995 hasta casi 1999 (en dos momentos diferentes) y volver al museo indica poder seguir fortaleciendo esa parte. Vale la pena recordar que el Museo Nacional nació con una profunda vocación pedagógica y seguir fortaleciendo ese trabajo -en el cual me considero una persona con experiencia-, va a ser importante.

Otro; es seguir acompañando ese proceso de renovación que el museo tiene a su cargo.

C.C: ¿Ya ha tenido acercamientos con el plan estratégico del Museo Nacional y la programación del mismo?

D.C.B: Eso también implica un intercambio cuidadoso de qué es lo que el museo tiene en mente, porque yo le creo profundamente a procesos de continuidad donde naturalmente uno a partir de la experiencia en otros lugares va a llegar a aportar y a enriquecer. Es decir, corremos riesgos si pensamos que cada persona nueva llega a inventarse procesos, planes y programas.

Lo que sí me parece es que el museo tuvo un plan estratégico claramente diseñado y que podríamos decir casi que se agotó en el año 2010, así que estamos en mora de ver si el Museo Nacional ha avanzado en la construcción de un nuevo plan o cómo construimos uno para identificar qué es lo prioritario, qué es lo importante y cómo generamos un intercambio. La idea es no solamente ser receptores de lo que pasa en el mundo, sino cómo nosotros podemos salir a darnos al mundo; tenemos un patrimonio valiosísimo que también creo que amerita que circule por Colombia y el mundo y eso también implica una posibilidad de visibilidad y también de proyección.

C.C: Precisamente, mientras se termina el proceso de ampliación del Museo Nacional ¿cómo exhibir las colecciones que están guardadas?

D.C.B: Lo que han hecho muchos museos del mundo cuando se encuentran en fase de ampliación o renovación de sus inmuebles, es que parte de sus acervos sencillamente circulan por el mundo, esa es una maravillosa posibilidad… es una estrategia que tendíamos que empezar a revisar para que efectivamente la gente pueda acceder a ese patrimonio y no sigamos con la preocupación de que todo está guardado y que solo hasta que tengamos una posible ampliación eso pueda salir a la vista.

C.C: Al museo se le critica su falta de autonomía artística frente al Ministerio de Cultura y que no exhiba colecciones de arte contemporáneo, ¿qué piensa al respecto? ¿Cambiará la línea curatorial del Museo Nacional?

D.C.B: Insisto, podría ser apresurado dar una respuesta porque estoy en este momento entrando a conocer el museo, sé que ha habido una serie de intentos, que hay proyectos, que están reflexionando sobre esa idea de cómo actuamos en consecuencia de ser un museo. Quisiera ser muy cauteloso en ver qué es lo que el museo ha estado pensando en esa dimensión y ver cómo luego podemos entrar en diseñar estrategias y propuestas específicas. Yo podría hablar de mi experiencia hasta este momento y es cómo hemos hecho un ejercicio de apertura, permitiendo que el arte contemporáneo anime, active y genere nuevas miradas con respecto a colecciones históricas.