El Presidente venezolano respondió a la acusación hecha por Estados Unidos de que el encuentro de la Celac “traicionó a la región al abrazar el sistema de partido único en Cuba”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es quizás uno de los jefes de Estado de la región que más bombardeos diplomáticos ha lanzado en contra del gobierno norteamericano en el último año. En efecto, el mandatario le sigue los pies a su difundo jefe de arraigado ‘anti-yankeesmo’, Hugo Chávez, precursor, junto al castrismo de Cuba, de las más serias y polémicas denuncias del continente en contra de Estados Unidos.
En esta ocasión, Maduro respondió a la denuncia emitida por el gobierno norteamericano en contra de la reunión de mandatarios de la II Cumbre de la Celac, evento que se llevó a cabo desde La Habana, Cuba.
La reacción de EE.UU “expresa amargura. Están derrotados. Este es el mismo sentimiento de los grandes medios. Que se traguen su declaración. Se sentirán amargados y desalentados por lo que quede del siglo XXI. Tenemos que cuidar que se burocratice nuestra organización”, afirmó este viernes a la prensa local.
El anuncio se hizo efectivo luego de que un portavoz del Departamento de Estado estadounidense que pidió el anonimato, señalara el jueves a Efe que “estamos decepcionados de que la Celac, en su declaración final, traicionó la dedicación a los principios democráticos a la que se ha comprometido la región, al abrazar el sistema de partido único en Cuba”.
Si bien la visita de mandatarios a Cuba reforzó los lazos diplomaos en la región, el encuentro de varios dirigentes con el líder cubano, Fidel Castro, dieron pie para que Estados Unidos reiterara su denuncia.
“Estamos decepcionados que la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en su declaración final, traicionó la dedicación declarada de la región a los principios democráticos al respaldar el sistema unipartidista en Cuba”, señaló el funcionario.
De hecho, Maduró reveló detalles de su encuentro con Castro al canal Cubavisión.
“Conversamos por más de dos horas, junto con el canciller Elías Jaua. Fue una visita con una connotación especial y espiritual. Siempre lo reivindicó el comandante Chávez como un gigante de la historia del siglo XX; así griten, lloren y chillen ha sido la referencia y el paradigma de los revolucionarios, y el comandante Chávez se tituló su hijo. Es una amistad perfecta”, aseveró el jefe de Estado.