¿Qué será lo que quiere Capriles?

El político venezolano Henrique Capriles vino a Colombia a hablar de paz y democracia. Con la necesidad de apoyo de sectores vinculados al poder ejecutivo y legislativo colombiano, el carismático abogado le dijo al Presidente Santos y a varios congresistas que es mejor un proceso de paz con un gobierno “democrático” que con uno que se constituye como la “retaguardia de las Farc” y levantó polvo en la opinión pública. ¿Qué busca Capriles con su visita y sus declaraciones?

Los pasillos del Congreso se llenaron de cámaras y policías. La presencia de uno de los líderes políticos de Venezuela alborotó el recinto y obligó a las autoridades a extremas las medidas de seguridad para que las admiradoras y los medios de comunicación no se le fueran encima a Henrique Capriles.

Vestido de saco negro, en cuya solapa colgaba una bandera de Venezuela, corbata azul y camisa de cuadros, el hombre que el 14 de abril puso a tambalear a la “revolución socialista” y estuvo a punto de cambiar el rumbo de su país, llegó al “recinto de la democracia” para reunirse con los presidentes de Senado y Cámara y para conversar sobre paz y democracia, principalmente, con algunos parlamentarios.

Luego de conversar durante varios minutos con Roy Barreras, presidente del Senado, y de responder un par de preguntas de medios de comunicación, Capriles caminó por el Congreso en medio del asedio de las cámaras y la protección policial. Como una ‘estrella de rock’, saludó a los cientos de fanáticos que salieron de sus oficinas para aplaudirlo y vitorearlo. Afuera, en la plaza de Bolívar, manifestantes con banderas del M-19 y del movimiento Marcha Patriótica le pedían que se fuera del país.

El líder anti-chavista llegó a la secretaría de la Cámara de Representantes y durante casi 40 minutos estuvo reunido con parlamentarios de distintas colectividades. Allí estuvieron en liberal Simón Gaviria, los conservadores Juan Mario Laserna y David Barguil y el representante del partido de la U Augusto Posada.

Al igual que en su reunión con Santos, el excandidato presidencial no dio declaraciones sobre lo conversado en el encuentro con los legisladores. Solo hasta este jueves en la tarde, el país conocerá de boca de Capriles su intención de visitar a Colombia, un país que vive una coyuntura especial que afecta como pocas la estabilidad de Venezuela.

Sin embargo, es claro que Capriles vino a Colombia a hablarle al presidente y a los congresistas de paz y democracia. Al igual que lo hiciera su copartidaria María Corina Machado hace 20 días, el líder opositor señaló la necesidad de establecer un proceso democrático transparente en Venezuela para colaborar de forma decidida a un proceso de paz exitoso en nuestro país.

“Solo puede haber una paz sostenible en Colombia cuando exista un gobierno democrático en Venezuela que combatan a la guerrilla, a los paramilitares y a los grupos irregulares que libremente vienen operando en territorio venezolano”, señaló Machado en su visita al país y dijo que a los gobiernos de América Latina es ha faltado “apoyo” con la causa de esa nación.

Confidencial Colombia pudo establecer, de voces que estuvieron en el encuentro de Capriles con los parlamentarios, que la tesis del líder opositor es que la apuesta del gobierno colombiano por Nicolás Maduro le puede salir cara.

Según la fuente consultada por este periódico digital, Capriles le dijo a los congresistas, y tal vez al propio presidente Santos, que para la paz de Colombia es más beneficioso tener un gobierno democrático y que combata a los grupos ilegales que asumir el apoyo de una administración que puede ser la “retaguardia de las Farc”.

La tesis tiene la misma línea de las palabras utilizadas hace días por la diputada Machado. Sin embargo, el gobierno colombiano está “amarrado” a la importante gestión que hizo el difunto Hugo Chávez para que la insurgencia decidiera avanzar en una fase exploratoria y concretar una agenda concreta de negociación con el gobierno nacional.

El gobierno del expresidente Chávez, y ahora el de Maduro, ve como un ‘gana-gana’ el proceso de paz en Colombia. Por un lado, su administración queda como un gobierno gestor de paz y amigo de la reconciliación, y por el otro, Venezuela se quita de encima el “chicharrón” de una guerrilla deslegitimada haciendo presencia tanto en la frontera entre los dos países como en territorio venezolano.

Así que los gobiernos de Santos y de Maduro no tendrían una razón de algún peso para distanciarse, más si a los dos les conviene pasar a la historia como hacedores de paz y políticos de la nueva tendencia del siglo XXI, que establece a movimientos insurgentes sin armas y en el juego electoral.

Sin embargo, la apuesta de Capriles parecería ser la de convencer a sectores colombianos de apoyar la causa opositora y ganar protagonismo en la agenda mediática internacional sabiéndose en el debate del proceso de paz de Colombia sembrando dudas sobre la inconveniencia de Maduro para la paz en el país.

La amenaza de crisis diplomática entre los dos países, producto de la visita de Capriles, podría ser un éxito de su campaña. El tiempo dirá cómo le gobierno colombiano superará el impasse con un gobierno que es, por ahora, trascendental para las intenciones de Juan Manuel Santos.