Empresarios de la industria láctea expresaron su preocupación por el efecto que sobre la actividad agropecuaria tendrán los acuerdos comerciales por cuanto le restarán importancia a la actividad campesina en detrimento del ingreso, el empleo y la calidad de vida sin contar los impactos sobre la seguridad alimentaria.
En diálogo con Confidencial Colombia el gerente general de Leche La Gran Vía, Héctor Orlando Rincón manifestó que los tratados de libre comercio se han convertido no solo en la gran preocupación de la industria láctea sino en su principal problema que ya tiene incidencias económicas, básicamente en el productor primario que reporta daños importantes en su flujo de caja.
“Estos últimos dos años han sido complicados para los ganaderos y especialmente este 2014. Llevamos ya 24 meses sin aumentos en el precio de la leche”, afirmó el empresario.
Rincón agregó que la situación tiende a complicarse por los altos volúmenes de importación en el sector lácteo, coyuntura que sin duda podría golpear el precio llevándolo a la baja.
Manifestó que hay angustia en los diferentes sectores productivos del campo por esa terrible espera de posibles ayudas o apoyos del gobierno por cuanto el tiempo pasa y estas ayudas de momento no se han visto. Aclaró que únicamente con el respaldo del ejecutivo podría verse luz al final del túnel porque en Colombia es casi que imposible bajar los costos de producción. “Si uno no recibe un espaldarazo del gobierno, no hay forma de defenderse en un mercado abierto que se caracteriza por la competencia con países subsidiados”.
Dijo que el escenario colombiano es bien complejo porque no hay subsidios y para completar el costo de los insumos, medicamentos y las materias primas en general es muy elevado, haciendo al productor del campo poco competitivo frente a países que tienen todas las consideraciones estatales.
Habrá crisis alimentaria
El gerente general de Leche La Gran Vía, Héctor Orlando Rincón dijo que es indudable que habrá en el país una escasez de alimentos, situación que se dará en un futuro muy cercano porque los ganaderos están acabando con la ganadería y los agricultores están dejando de sembrar, aspecto muy preocupante porque se está hablando de la base de la alimentación del pueblo colombiano.
Lamentablemente, aseveró, la leche que es tan esencial en los seres humanos, principalmente en los niños se está reemplazando por leches de una calidad muy inferior a la que produce el país y ello se ve en las importaciones de lactosuero.
Otro problema del productor primario tiene que ver con las bebidas lácteas porque deterioran el esfuerzo del campesino en la producción de una muy buena leche porque a hoy se tiene una diferencia en precio inequitativa en vista que una bolsa de leche entera pasterizada está por el orden de 1.400 ó 1.500 pesos en tienda al consumidor mientras que una bolsa de bebida láctea del mismo contenido está en 950 ó 1.000 pesos, es decir una diferencia de 400 pesos que pueden ser 600 pesos dependiendo de las marcas.
¿Y los campesinos?
Al indagársele por el eventual cierre de empresas del sector agropecuario o que dependen de la producción primaria, Rincón dijo que el problema no está en las factorías sino en el campesino como tal porque las empresas se reacomodan, cambian portafolio o se modifican. “Aquí la pregunta es, ¿qué vamos a hacer con tantos campesinos desocupados?, pregunta que pasa a convertirse en la más apremiante preocupación”.
Este contexto es aún más complicado, declaró, si se tienen en cuenta los actuales diálogos de paz de la Habana y todo el entorno de post conflicto porque si no hay trabajo ni actividad agropecuaria difícilmente habrá paz porque la base de los actores armados es rural, lo que obliga a la formulación de soluciones para reinsertar a los labriegos en sus ancestrales oficios con renta y estímulos. “El colombiano de todo se puede morir menos de hambre”.
Inversiones, innovación y estrategia
En medio de las dificultades, las empresas se han movido con celeridad y para el caso de esta marca las inversiones fueron cuantiosas por la innovación y la adquisición de la planta para procesar leche larga vida. Esta inyección de capital redundó en un crecimiento de entre el 25 y el 30 por ciento en las ventas en 2013.
La empresa le apuntó a un ambicioso plan de expansión y es así como aparte del mercado bogotano, los productos de la firma están en Girardot, Villavicencio, Ibagué, Neiva, Boyacá y poblaciones aledañas a esas ciudades o regiones. La Gran Vía ingresará muy prontamente a ciudades de gran demanda de leche pasterizada y productos procesados o con valor agregado como Bucaramanga y Pereira, mercados muy dinámicos.
La Gran Vía tiene en su portafolio Yogurt, queso campesino, queso doble crema, cuajada, refrescos, jugos y leche en varias presentaciones.
Rincón manifestó que la Alianza del Pacífico se consolida como un nuevo TLC por lo que indicó que el convenio de bueno no tiene demasiado en lo que tiene que ver con el campo nacional. “De eso tan bueno no dan tanto ni dura mucho”.
Este tipo de industria o procesadora compra en promedio 115.000 litros de leche por día es decir 3.4 millones de litros al mes lo que dice que sumando la absorción del sector, las compras jalonan la economía de miles de campesinos que devengan su sustento del ordeño de leche fresca y en óptimas condiciones sanitarias.