Una llamada telefónica de Álvaro Uribe Vélez al gobernador de Magdalena en busca de información sobre obras del departamento desató una nueva tensión entre el exmandatario y el alto gobierno. El episodio muestra que el expresidente se abroga aún el derecho de pedirle cuentas a los mandatarios locales y que Juan Manuel Santos, con su reacción y respaldo, pisa fuerte en las regiones, donde se disputará el poder del país en el año electoral.
Desde la elección popular de alcaldes y gobernadores la relación entre el Presidente de la Republica y los mandatarios locales no es la de un súbito que le rinde cuentas al rey.
El jueves 31 de enero, Uribe y sus precandidatos llegaron a Santa Marta para oficializar el nacimiento del movimiento político que pretende arrebatarle tanto el poder regional como el nacional a la coalición de la Unidad Nacional.
Quizá por el hecho de estar en la capital del Magdalena, al otro día al ex presidente se le ocurrió hacer una llamada, que parecía de cortesía, al gobernador de ese departamento, Luis Miguel Cotes,
Según fuentes que confirmaron la historia a Confidencial Colombia, en medio de la conversación el exmandatario le preguntó a Cotes cómo iba la construcción de una vía del departamento que según Uribe se había adelantado con presupuesto de su administración.
El gobernador, un joven político que ganó en medio de una campaña cuestionada por presuntos vínculos con paramilitares, le habría respondido que la obra avanzaba, pero se atrevió a hacerle una aclaración al expresidente que desató su ira.
Cotes le dijo a Uribe que la construcción avanzaba pero que no por los recursos de su administración, sino con partidas presupuestales del gobierno Santos. Uribe colgó el teléfono.
En una primera comunicación con A, el gobernador no negó, ni confirmó la llamada. Sin embargo, fuentes que participaron de desarrollo posterior de la historia, confirman no solo que la llamada sí se hizo, sino lo que ésta desencadenó en el alto gobierno.
Pocos minutos después de la fallida conversación, Francisco Santos Calderón, que había sido proclamado el día anterior precandidato presidencial del Uribismo, emitió en menos de media hora cinco trinos contra el gobernador Cotes. Criticó su labor en el cargo, la seguridad en el departamento, la situación del Sena y el comercio en Santa Marta.
A las 9 y 37 de la mañana comenzaron los ataques del escudero de Uribe. “El gobernador va más al gimnasio que a la Gobernación dicen en el departamento. Y no se pierde parranda. Trabajar no pegó en la Gobernación”. Trece minutos más tarde trinó: “El Sena de Magdalena se cae a pedazos. Y es donde el gobernador santista y parrandero reparte la mermelada a sus diputados”.
A las 9 y 54 siguió agitando el tema en la red social: “Seguridad en Magdalena se deteriora. Otra vez finqueros tienen que pedir apoyo a la Fuerza Pública para ir a trabajar. Bienvenidos al pasado”. Y siguió “Comerciantes de Santa Marta denuncian que tiene que subir a Guachaca a negociar la extorsión. Bienvenidos al pasado”.
El último trino del exvicepresidente fue a las 10.07 de la mañana del primero de febrero, y se refirió a la situación de los mercados en la capital del departamento. “En mercado de Santa Marta una sola persona pone precio a los productos y obliga a los campesinos a vender. Bienvenidos al pasado”, trinó.
Francisco Santos, consultado por Confidencial Colombia sobre sus repentinos e insistentes trinos, señaló que recogió varias opiniones de habitantes de la región, que le manifestaron su inconformidad con la administración, y decidió replicarlas en la red.
Según la fuente, los mensajes del precandidato uribista pusieron nervioso al gobernador, quien intentó con más insistencia comunicarse con el Palacio de Nariño. El episodio llegó, finalmente, a los oídos del Presidente Juan Manuel Santos quien de inmediato llamó al gobernador.
Santos, informado del incidente le manifestó su respaldo y el de todo el gobierno a la gestión del gobernador. Claramente el Presidente Santos tomó cartas en el asunto al tratarse de un episodio que muestra que el talante de Uribe en este nuevo empeño electoral, no tendrá medida de prudencia.
Consultado una vez más por Confidencial Colombia, El mandatario del Magdalena negó los hechos.
La campaña electoral ya comenzó, y la ‘operación retoma’ por parte del uribismo y del propio Uribe es un hecho que queda ejemplificado con este episodio regional, que es el escenario en el que se vivirá con mayor intensidad la puja entre Santos y Uribe por el poder.