Rajoy gana sin la mayoría suficiente para presidir una España ingobernable

El bipartidismo ha muerto pero la España dividida por la mitad permanece. El 20-D ha arrojado una victoria del PP que necesita del apoyo activo de Ciudadanos para intentar gobernar.

El PP ha ganado las elecciones con entre 114 y 118 escaños y el 26,8% de los votos, según la gran encuesta de TNS Demoscopia. Una mayoría muy débil que le obligará a buscar el apoyo activo del partido de Albert Rivera y, aun así, no tiene asegurada la investidura. En segunda posición en porcentaje de voto el gran triunfador de estas elecciones: Pablo Iglesias y su Podemos sería segundo con el 21,7% de los votos y entre 76 y 80 escaños, 1,2 puntos más que el gran derrotado de la jornada, el PSOE de Pedro Sánchez. Los socialistas, pese a ser terceros en porcentaje de votos por primera vez en la democracia, pelean por ganar en escaños a Podemos con entre 81 y 85. Ciudadanos, la formación de Albert Rivera, se quedaría, después de una mala campaña, en cuarto lugar con el 15,2% y entre 47 y 50 escaños.

España sale del 20-D completamente dividida. El triunfo del PP en las urnas, perdiendo eso sí varios millones de votos con respecto a 2011, puede acabar siendo un amargo triunfo: su suma con Ciudadanos puede dejarle cerca de la mayoría absoluta de 176 escaños. Enfrente, la suma de PSOE y Podemos -junto con IU- un bloque que prácticamente sumaría lo mismo que PP y Ciudadanos en escaños. Así, los diputados ‘vascos’ de PNV y Bildu pueden inclinar definitivamente la balanza. Tomando como referencia el sondeo de TNS, el bloque PP/Ciudadanos obtendría 165 escaños, los mismos que la suma de Podemos, PSOE e IU (que obtendría 3 o 4 escaños gracias a un 4,1%). Los escaños de ERC (9-11), DL (la antigua CDC de Artur Mas con 6-7), PNV (4-5) y los 3-4 de Blidu serán pues vitales a la hora de inclinar la balanza.

¿Pero quién puede arriesgarse a encabezar un gobierno con fuerzas tan distintas e incluso enfrentadas en algunos temas como Cataluña o la relación con Bildu como el PSOE, Podemos, ERC o IU? ¿Se mojará finalmente Albert Rivera y pasará de la abstención al apoyo a la investidura de Mariano Rajoypara que no gobierne, según sus palabras en campaña, una “coalición de perdedores”? ¿A quién dará su vital apoyo el PNV, al centroderecha que ideológicamente le corresponde y que siempre le ha garantizado el cupo vasco, o a una izquierda con Podemos, IU y Bildu que le promete un referéndum de autodeterminación?

De momento, y como informábamos este sábado, el Ejecutivo ya ha encargado un informe jurídico sobre cuáles son las funciones que este Gobierno puede mantener y por cuanto tiempo, en previsión de que las negociaciones para la investidura sean especialmente largas. En la primera quincena de enero se constituirán las Cámaras y, desde que tenga lugar la primera votación de investidura -que en vista de los resultados que avanzan los sondeos no arrojará fumata blanca- el Congreso tendrá dos meses máspara que alguno de los candidatos pueda recabar los apoyos suficientes y ser proclamado por mayoría simple. Una cuestión que, hoy, se antoja especialmente complicada.

La jornada electoral se desarrolló dentro de la normalidad, con algún incidente aislado como el de una mesa electoral en Guadalajara en la que un grupo de discapacitados denunció que les habían entregado los sobres ya cerrados con las papeletas del PSOE. También denunció Podemos un caso similar en Asturias con unos ancianos de una residencia. También fue contínua ‘violación’ de la obsoleta ley electoral, incapaz de que las encuestas a pie de urnas, las llamadas israelitas, se difundieran a lo largo de todo el día por las redes sociales.

El voto se dispara en Madrid y Valencia


La participación, que durante la mañana fue hasta un punto por debajo de las elecciones de 2011, acabó recuperándose a medida que avanzaba la tarde hasta superar la registrada en la cita con las urnas de hace cuatro años. Finalmente, ha sido del 70,95%. Cantabria, Valencia y Madrid registraron los mayores aumentos de participación. mientras que Murcia, Extremadura, Castilla La Mancha y Andalucía -estas tres últimas, comunidades de tradicional apoyo al PSOE, fueron las que más descenso registraron.