El Real Madrid vence sufriendo al Betis y recupera el liderato en la clasificación gracias a un cabezazo divino de Ramos. El defensa volvió a ser el héroe de los merengues. James salió de inicio y volvió a ser el primer elegido para ser relevado en la segunda mitad.
Sergio Ramos completó una semana fantástica. Su cabeza volvió a ser determinante en la victoria del Real Madrid, esta vez ante el Betis, que le devuelve el liderato en la tabla. Los blancos sudaron para dar vuelta al tanto inicial de los andaluces, y solo por medio de la estrategia pudieron encontrar el camino del triunfo.
Saltaban al campo con el aliciente de la derrota de Barcelona y Sevilla. Le habían servido en bandeja de plata recuperar el liderato y por poco no se llevaron también un susto en el trámite que afrontaban en el Bernabéu. Zidane escogió un once que recordó a la última etapa de Ancelotti en el banquillo blanco. Con James e Isco en la titular es difícil no jugar a otra cosa que no sea tocando.
El Madrid transmitía buenas sensaciones sobre el césped pero recibieron un mazazo con el tanto de los béticos. Keylor volvió a fallar con una tapada que se le complicó y que acabó metiendo él mismo la pelota en el arco. El Madrid dominaba, pero no concretaba sus ocasiones. Tuvo que llegar Ronaldo para poner de nuevo las tablas al marcador con un cabezazo colocado a un pase medido de Marcelo.
El tanto devolvía la tranquilidad antes del descanso, pero aún le quedaba mucho trabajo a los merengues para culminar la remontada. Tocaban y tocaban, y no encontraban la vía para romper la muralla bética. Y como ley que ya se ha establecido en el decálogo blanco, cuando todo se complica aparece su capitán para poner la casa en orden.
La cabeza de Ramos volvió a ser salvadora por segunda vez en menos de una semana. El defensa merengue se ha hecho ya un experto más en el área contraria que en la propia. Su intuición para buscar el remate en las jugadas a balón parado sobrepasa la lógica. Casi parece que es la pelota la que le encuentra a él en lugar de lo contrario. Ya no es sorpresa que el líder madridista salve los muebles cuando las cosas se complican.
Zidane respiró con el gol de Ramos y empezó las relevos en el banco. Sus primeros elegidos fueron de nuevo James e Isco. No por mal desempeño de estos, sino más bien casi por cuestión premeditada. El ’10’ colombiano había mostrado buen fútbol contra el Betis. Habilitando a sus compañeros con líneas de pase que siempre llevaron peligro. Pero al técnico galo le tiembla el pulso si piensa en quitar a uno de sus intocables en el esquema. Lo fácil es descartar siempre a los mismos y contra el Betis no cambió su pensamiento.
El Madrid siguió buscando la sentencia pero no tenían una noche afortunada de cara al arco, y la labor defensiva del Betis también dificultó que encontrarán el premio. Así tuvieron que llegar incluso a sufrir para firmar la victoria y el liderato. Casi con el tiempo cumplido, Navas se desquitó de su clamoroso fallo en el primer gol para salvar a los suyos con una tajada monumental a un cabezazo de Sanabria. Respiraban en el Bernabéu, y celebraban de nuevo la cabeza de la tabla que recuperan tan solo una semana después de haberla regalado.
