Desde que iniciaron las mesas de negociación entre Gobierno y campesinos, estos últimos han amenazado con la posibilidad de nuevos bloqueos o la pausa del proceso. Hace menos de un mes, el dirigente de dignidad papera, César Pachón, anunció el levantamiento de las mesas de negociación para la mejora del agro, debido a la “falta” de compromiso por parte del Gobierno. Ahora, la Mesa Nacional Agropecuaria (MIA), muestra su descontento por las más de cinco reuniones que ha tenido con el Gobierno y con las cuales no ha podido llegar a ningún acuerdo debido a la falta de voluntad política dentro del proceso.
Según la MIA, lo hablado con el Gobierno, hasta al momento, no ha funcionado para concretar acuerdos que ayuden a poner fin a la crisis agropecuaria, que después de dos meses de conversaciones los campesinos siguen sintiendo la poca intención de avanzar seriamente en los diálogos.
En un comunicado expuesto por Prensa Rural, las posibilidades de que la mesa entre en receso son muy amplias y quedaría en manos de los garantes generar un espacio que permita que el Estado delegue una comisión de alto nivel y garantía política para dar solución al pliego de peticiones.
Andrés Gil, miembro de Marcha Patriótica, aseguró que después de siete sesiones el Gobierno no ha movido ni un ápice de su política para el proceso, pero enfatizó en que si es capaz de llegar a un acuerdo en la Habana y no con los campesinos.
“Esto no va par ningún lado, llevamos dos meses y hay preocupación” afirmó Gil.
Igualmente, Gil indicó que será muy difícil que el Gobierno logre digerir una política agraria, que tenga en cuenta la economía campesina ya que no existe la intensión de una reorientación de la política.
De acuerdo con lo expuesto por Prensa Rural, con legitimidad y representando al casi 100 por ciento de los campesinos que tiene que sobreviven con los cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola, la MIA ha presentado respuesta a 17 preguntas que el Gobierno tenía frente a la propuesta de sustitución de cultivos ilícitos. La única respuesta por parte del Estado ha sido la erradicación forzada y fumigaciones.
En los próximos días la Mesa, citará a los garantes que hacen parte del proceso para buscar una solución, debido a la falta de avances en la mesa y la imposibilidad de políticas agrarias.
Amenazas en la negociación
Ya son dos, las oportunidades en las que el campesinado amenaza con el levantamiento de mesas de dialogo o con retomar del paro agrario. La primera se presentó, debido al incumplimiento que se dio, según los campesinos, con la compra de la papa, determinación con la que muchos de los labriegos no estaban de acuerdo a causa del precio que le fue establecido al producto.
Ahora, la falta de cumplimiento por parte del Gobierno, vuelve a ser una excusa para retrasar de nuevo el proceso de negociación que finalmente terminará afectando al sector agrario debido a la crisis por la que atraviesan.
El campesinado ha amenazado con levantar las mesas de negociación a la mínima sospecha de incumplimiento o como le llaman ‘falta de compromiso’.
Desde que se entablaron las mesas en los diferentes puntos del país, los encuentros entre las dos partes, se volvieron una excusa constante para atrasar el proceso y poner altos en cada uno de los pequeños avances que sirvan para la mejora del desarrollo rural.
Han pasado dos meses y no han podido concluir ninguno de los puntos pactados en la agenda. El asunto entre Gobierno y campesinado se está convirtiendo en un chantaje sin fin que no permitirá un pronto avance dentro de la economía del agro.