Las autoridades argelinas confirmaron este jueves que ha concluido la operación de rescate realizada por el ejército para liberar a los cientos de trabajadores que ayer, miércoles, fueron capturados por una banda salafista. La culminación se da en medio de las investigaciones del Gobierno Nacional para establecer si había o no colombianos en la planta.
Las fuentes, citadas por la agencia oficial argelina, APS, no ofrecieron más detalles sobre la operación, llevada a cabo por unidades de operaciones especiales del Ejército argelino, ni en particular sobre posibles cifras de víctimas.
Según Uno de los captores, identificado como Abu al Bara, indicó a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que entre los rehenes hay trabajadores colombianos, franceses, estadounidenses, británicos, japoneses, surcoreanos, noruegos, tailandeses, holandeses y rumanos.
Pero fuentes oficiales confirmaron que En la operación fueron rescatados 600 argelinos y cuatro extranjeros, según las fuentes. Aún no se sabe si dentro de los liberados se encuentra algún colombiano.
El ataque a la planta (explotada por la empresa estatal argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil) y el secuestro fueron reivindicados por un grupo denominado “Los que firman con sangre”, de la denominada “Brigada de los enmascarados”, dirigida por el argelino Mojtar Belmojtar, quien en su momento se desvinculó del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
El grupo de Belmojtar dijo que la acción es la respuesta al apoyo argelino a las tropas francesas que desde el pasado viernes combaten junto al Ejército maliense contra los grupos yihadistas que controlan las provincias septentrionales de Mali.
Horas antes, un portavoz yihadista había declarado a la agencia mauritana ANI que 35 secuestrados y 15 captores murieron en un bombardeo del Ejército argelino contra la planta gasística cuando los secuestradores trataban de trasladar a un lugar más seguro a parte de los rehenes.
Sin embargo, el Gobierno de Argel no ha hecho comentarios sobre estos datos y no ha informado en ningún momento sobre eventuales víctimas, más allá del ciudadano argelino y el británico que murieron ayer durante el asalto a la planta de transformación de gas, en el que otras seis personas resultaron heridas.
El pasado diciembre, tanto Belmojtar como el máximo líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Abdelmalek Drukdal, alias Abu Musab Abuludud, amenazaron con lanzar ataques contra los países que participaran en una eventual intervención militar contra los grupos salafistas establecidos en el norte de Mali.
Estas amenazas parecen haberse cumplido y países como Francia y España ya han solicitado a sus ciudadanos “extremar la vigilancia y la prudencia” por “los posibles efectos sobre la seguridad” que se puedan derivar de la intervención en Mali.
La agencia APS también informó de que 30 rehenes argelinos lograron escapar y fueron recogidos por helicópteros que sobrevolaban la zona.
Según “fuentes sobre el terreno” que la agencia estatal argelina no identificó, “la mitad” de los rehenes extranjeros han sido liberados.
Tras el ataque, los asaltantes dijeron a través de la agencia privada mauritana ANI, su principal vía de comunicación, que mantenía cautivos y con vida a siete ciudadanos occidentales, tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico.
Sin embargo, el Gobierno de Argel no ha hecho comentarios sobre estos datos y no ha informado en ningún momento sobre eventuales víctimas, más allá del ciudadano argelino y el británico que murieron ayer durante el ataque a la planta de transformación de gas y otros seis heridos.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, dijo a la BBC que el Reino Unido debe prepararse para recibir “malas noticias” a causa de la situación de los rehenes en Argelia, que calificó de “extremadamente difícil”.