Este domingo 6 de diciembre se lleva a cabo una de las contiendas electorales más polarizadas de la región. Los venezolanos acudirán a las urnas para definir quién se queda con la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional venezolana: el oficialismo o la oposición.
Sin duda alguna, la decisión de los venezolanos marcará el rumbo del país vecino, en los próximos cinco años (2016 – 2021), no solo en materia de gobernabilidad política, sino social y económica.
La analista de Relaciones Internacionales y profesora del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, Arlene B. Tickner le dijo a Confidencial Colombia, que la oposición tendrá varios retos si logra ganar.
Por una parte, dijo que la oposición (en cabeza de Lilian Tintori y María Corina Machado) deberá “evitar el mismo discurso polarizado y agresivo que ha caracterizado la manera de hacer política del ‘Chavismo’”. Asimismo, sostiene la analista que la oposición deberá “buscar mecanismos de diálogos y de concertación con el ‘Chavismo’ y generar un contexto de mayor gobernabilidad al interior de Venezuela”.
En segunda instancia, frente a los resultados de las elecciones, si el oficialismo es derrotado en las urnas, y éste no reconoce el triunfo, la oposición debe acudir “nuevamente, sin agudizar la polarización a instancias internacionales; ojalá a nivel regional a fin de lograr un apoyo necesario para que el triunfo sea reconocido, o para que desde la región o desde la comunidad internacional se hagan los pronunciamientos de condena en este caso a fin e volver a la legalidad de constitucionalidad”, advierte Arlene B. Tickner .
Frente a acciones inmediatas (de carácter legislativo) una vez la oposición declare su triunfo, será como lo ha señalado la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aprobar el indulto a por lo menos 75 “presos políticos”. Entre ellos al líder de la oposición Leopoldo López, condenado a 14 años de prisión el año pasado.
Sin embargo, ante el ambiente electoral, un factor importante en el desarrollo de estas elecciones legislativas, Tickner señala que, “es un contexto creciente de tensión y polarización que giran en torno a la expectativa, de no solo si la oposición va a poder ganar o no, sino la reacción que va a tener el oficialismo una vez que se produzca el triunfo de la oposición”.
Y, es que ante este hecho, la reacción del oficialismo frente a una posible derrota podría ser diversa. Jesús Torrealba secretario de la (MUD), manifestó que si hay una pequeña diferencia de votos que haga ganar la oposición, se pueden llevar a cabo una serie de acciones “de manipulación política para voltear esa mayoría haciendo que el triunfo no oficialista sea manejable, negociable, manipulable o comprable”
Los ánimos del oficialismo y la oposición están caldeados y en las manos de los venezolanos estará el futuro del país, por lo menos en los próximos cinco años.