El resultado de las elecciones presidenciales del pasado 25 de mayo ha generado todo tipo de reacciones y de cábalas sobre el destino de los votos de los demás candidatos que no pasaron a segunda vuelta. El Polo Democrático Alternativo aún no ha manifestado su posición oficial, algo en lo que el Senador Robledo tiene una especial relevancia por su activo papel de opositor del presidente Santos y del expresidente Uribe.
El pasado 25 de mayo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales para el periodo 2014-2018, que ganó Óscar Iván Zuluaga, los candidatos Clara López, Marta Lucía Ramírez y Enrique Peñalosa sumaron 5. 016. 480 votos. Un capital electoral que inclinará la balanza por el santismo o el uribismo para elegir presidente en la segunda vuelta.
El Polo Democrático Alternativo logró 1. 958. 414 votos en todo el país, una votación bastante atractiva para ambos sectores que pasaron a segunda vuelta.
Gran parte del país está expectante por el anuncio del apoyo que haría esa colectividad política al santismo o al uribismo. La decisión que tome el Polo dista de ser algo monolítico y consensuado debido a los sectores radicalmente antisantistas, que ocupan una parte importante del seno del partido. Cuando se lanzó la candidatura de Clara López Obregón a la Presidencia de la República varios sectores históricamente de izquierda se sumaron a la iniciativa del Polo. El Partido Comunista y la Unión Patriótica que habían simpatizado con la Marcha Patriótica, regresaron al seno del PDA y sumaron a Aída Avella como candidata a la Vicepresidencia. Esto le dio al Polo una cohesión bastante notoria que se vio en el resultado electoral de la primera vuelta.
El Moir que ha sido la columna vertebral del partido después del rompimiento con Petro y el Partido Comunista, fue quien dirigió la oposición en contra del Presidente Santos. Jorge Enrique Robledo, senador e histórico líder de este movimiento, ha sido un acérrimo crítico de lo que representan el actual mandatario y el expresidente Uribe y encarna a una de las fuerzas más representativas del Polo.
Teniendo esto en cuenta el próximo jueves 29 de mayo se reúne el comité ejecutivo del PDA para decidir su posición de cara a la segunda vuelta. El Polo ha dejado ver que su apoyo será hacia el presidente Santos a través de varios anuncios de algunos miembros prominentes de esa colectividad. El electo senador Iván Cepeda manifestó “La próxima elección tiene la responsabilidad de evitar miles de muertos al país. Voto por el proceso de paz”; la excandidata a la vicepresidencia Aída Avella ha hablado sobre la necesidad de garantizar a través de las urnas la continuidad del proceso de paz. Esto anticipa lo que podría ser una apuesta similar a la del progresismo más cercano a Petro, que puso a disposición de la campaña santista a dos secretarios y un director de instituto, así como a otros 15 funcionarios de mediano nivel de su administración.
Sin embargo, en su cuenta de Twitter el senador Robledo ha criticado duramente la gestión de Santos hasta el día de hoy, un abierto contraste con las posiciones antes mencionadas.
La jornada electoral del próximo 15 de junio servirá para refrendar la victoria en primera vuelta de Zuluaga o para reelegir a Santos como Presidente de Colombia. En medio de esa encrucijada queda Robledo que, de aceptar los lineamientos del comité ejecutivo nacional de Polo deberá tragarse más de un sapo y apoyar la reelección de Santos que incluye la presencia de Rubén Darío Lizarralde en el gabinete nacional, la firma del TLC con Corea y la locomotora minera a los que se ha opuesto Robledo desde un comienzo.
Además, el presidente Santos también deberá aceptar el apoyo del líder del Moir al que señaló como instigador del pasado paro agrario que tanto repercutió en su imagen.
Con esto queda claro que la segunda vuelta del próximo 15 de junio mostrará qué tan dinámica es la política colombiana con un histórico proceso de paz andando y con la fuerte posibilidad de que Óscar Iván Zuluaga, que ya anunció que suspendería los diálogos en La Habana el día de su posesión, logre un nuevo periodo presidencial para la el uribismo.