El candidato republicano lució más seguro, impuso el ritmo y el contenido de un debate marcado por el tema económico. El presidente-candidato no mostró la fuerza de la campaña anterior y lució menos propositivo que su contrincante.
Incluso los comentaristas de medios afines a los demócratas, como la cadena de televisión MSNBC, reconocieron la derrota de Obama y señalaron que esperaban una mejor actuación del presidente en el debate que se celebró en la Universidad de Denver (Colorado).
Varios calificativos se repitieron entre la prensa para calificar cómo se desenvolvieron ambos: “fuerte” y “agresivo” para Romney, y “acartonado” y a la defensiva para el presidente, que aspira a lograr la reelección en los comicios del 6 de noviembre.
La revista Slate sostuvo que no pudo encontrar un solo analista que piense que Obama ganó, mientras que para el diario Politico el veredicto, muy claro, es que fue “una buena noche para Romney”.
Todos los medios de comunicación estadounidenses han señalado que el republicano logró llevarse a su terreno el primer “cara a cara”, en el que los temas principales fueron económicos, su punto fuerte.
El 67 % de los espectadores de la cadena CNN consideró hoy que Romney ganó el debate, frente al 25 % que se decantó por Obama.
Además, el 61 % de los 430 adultos encuestados por la cadena aseguró que el presidente estadounidense lo había hecho peor de lo esperado.
Otro sondeo realizado por la cadena CBS entre 523 votantes posibles reveló que el 46 % consideró que Romney ganó el debate, frente a un 22 % para Obama y un 34 % que consideró que estuvo muy ajustado.
Para la cadena Fox News, el debate “careció de golpes de KO, aunque estuvo lleno de codazos”, algo en lo que estuvieron de acuerdo en Twitter varios periodistas políticos estadounidenses, que echaron de menos más momentos apartados del guión.
The New York Times se fijó en “la ventisca de estadísticas” que ambos políticos desplegaron en sus intervenciones, muy centradas en los problemas económicos como el desempleo, el déficit, la fiscalidad y la financiación del sistema sanitario.
El conservador The Wall Street Journal opinó que las diferencias también se observaron en el rol del Gobierno federal, mientras que tanto Romney como Obama se presentaron como “los grandes defensores de la clase media”.
La campaña demócrata ya había recordado antes de este primer “cara a cara” que Obama llevaba cuatro años sin debatir, a diferencia de Romney, que durante las primarias republicanas participó en más de una decena de debates.
Lo cierto es que el presidente estuvo cabizbajo en algunos momentos del debate, nervioso al principio y le costó transmitir las propuestas para un segundo mandato que ha venido repitiendo desde hace meses en mítines y actos de campaña.
La pregunta que se hacen también comentaristas y analistas es por qué Obama no sacó en este debate algunos temas con los que podía haber hecho daño a Romney, como el vídeo en el que su rival menosprecia al “47 por ciento” de los ciudadanos que nunca votarían por él porque, según afirmó, son “dependientes del Gobierno”.
El presidente tampoco habló del pasado de Romney al frente de la empresa Bain Capital, algo por lo que ha sido cuestionado durante buena parte de la campaña, ni del rescate del sector del automóvil que aprobó en 2009 y al que el exgobernador se opuso.
Falta por ver ahora si la victoria de Romney tiene impacto en unas encuestas de intención de voto que en las últimas semanas han sido favorables a Obama.
Al presidente le quedan, además, otros dos debates -el 16 de octubre en Nueva York y el día 22 en Florida- para intentar recuperarse de su clara derrota en Denver.