La batalla electoral por la presidencia de EE.UU se tomó hoy un respiro con los dos candidatos, el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney, ya concentrados en el primer debate electoral del próximo miércoles.
Ni Romney ni Obama tenían previstos actos durante el sábado, después de una apretada agenda semanal en la que llegaron a celebrar hasta tres actos electorales diarios, en algunos casos cambiando incluso de estado en el transcurso de la jornada.
Ambos candidatos estuvieron en Nueva York a comienzos de semana, donde el presidente Obama intervino en la Asamblea General de Naciones Unidas y en la Iniciativa Global Clinton, donde también participó Romney, donde aprovecharon para atacar sus respectivas visiones de política exterior.
Posteriormente, coincidieron el miércoles y el jueves en Ohio y Virginia, con varios mítines electorales, en los que pusieron de relevancia la importancia de estos estados clave para victoria de cara al próximo 6 de noviembre, e incidieron en su diferente enfoque económico.
Obama volvió a insistir en las preferencias de Romney por las rebajas de impuestos y el apoyo a los más acaudalados, mientras que el aspirante republicano cargaba contra la incapacidad para gestionar la economía por parte del actual mandatario y su obsesión por un Gobierno “intrusivo”.
No obstante, y si bien Obama parece haber ampliado ligeramente su ventaja en las últimas semanas, los analistas consideran fundamental lo que ocurra en los tres debates presidenciales televisivos que pueden alterar la dinámica electoral dada la audiencia estimada de cerca de 60 millones de telespectadores.
Por ello, la campaña de Romney ha diseñado una concentración intensiva del exgobernador de Massachusetts en Denver con su equipo de asesores para preparar el primer debate del próximo miércoles.
El reto del candidato republicano es recuperar el terreno en unos debates en los que Obama cuenta con experiencia, mientras que serán una novedad para él.
“(Romney) Tiene que ser agresivo, y tiene que ser también enfático. Ambas cosas no son fáciles de conseguir al mismo tiempo” explicó a The Wall Street Journal, John Weaver, antiguo asesor del excandidato presidencial John McCain.
Después del debate de Denver, quedarán por delante el segundo, en Hofstra University, (Nueva York) el 16 de octubre, y el tercero y último el 22 de octubre en Lynn University, Boca Ratón (Florida).
Antes del de Nueva York, ya se conocerá un nuevo dato de desempleo, el correspondiente a septiembre, cuya tasa lleva por encima del 8 % durante 43 meses consecutivos y es la principal preocupación de los estadounidenses.
Se trata de una cifra clave, ya que la economía se ha convertido en eje del debate presidencial debido, principalmente, a la fragilidad mostrada por EE.UU. tras los efectos de la crisis financiera de 2008.
El Departamento de Comercio informó este jueves que la economía de Estados Unidos creció a un ritmo anual del 1,3 % en el segundo trimestre, 4 décimas por debajo de lo calculado previamente, y muy por debajo del ritmo de crecimiento del 4,1 % con el que cerró 2011.
Por su parte, Obama viajará mañana a Nevada para participar en un acto electoral en Las Vegas, y aprovechará luego para encerrarse también con su equipo de asesores a la espera del primer debate.
A continuación, Obama volverá a la carretera con viajes el jueves y el viernes.
De nuevo, Ohio y Virginia como destinos, estados que junto con Nevada, Nuevo Hampshire, Florida, Carolina del Norte y Iowa tendrán la clave de las elecciones de noviembre.