El ex alcalde de Medellín declinó el ofrecimiento para que asumiera las banderas del Partido Verde. Nestor Daniel García, actual Secretario General de la colectividad, fue la piedra en el zapato.
En una carta enviada al Directorio Nacional del Partido Verde, Alonso Salazar, expresó su inconformismo con el incumplimiento de varios acuerdos a los que se había llegado con los voceros, hecho que le generó desconcierto y aseguró que el actual Secretario General de la colectividad, Nestor Daniel García, lo calumnió y no le genera ninguna confianza.
“Un punto ineludible de discusión ha sido la Secretaria General. Hace unos días envié a miembros de la dirección el correo, que el Secretario General me había enviado acusando a varios de los dirigentes del partido de componendas y tratos inadecuados. Tengo que decirlo: No sé cual falta laboral se tipifica, pero un secretario general que haga tal cosa -actuar de manera desleal, antiética y calumniosa- no me despierta la mas mínima confianza”, enfatizó Salazar.
El ex alcalde ya había advertido la necesidad de hacer cambios en los cargos actuales, “dije en varias ocasiones que algunos cargos claves deberían ser provistos con personas que nos dieran confianza a todos. Pero con el pretexto de “no sacar a nadie a sombrerazos” se terminó obviando dichos cambios”.
Continúa la misiva insistiendo en que ante ese panorama de desconfianza al interior del Partido, razón por la cual aseguró que no se sentiría cómodo en ese ambiente.
“He repasado de nuevo el proceso. Y creo que la falta de confianza en la palabra de personas claves en la dirección del Partido, me obligó a pedir que los acuerdos fuesen escritos; pero no así se cumplieron los compromisos. Todo esto me anticipa un ambiente para el que yo no estoy preparado. Y hay aprendizajes que a estas alturas de la vida no deseo”, puntualizó el dirigente político.
Éste es el texto de la carta:
Medellín, 22 de julio de 2013
Dirección Nacional del Partido Verde:
Voy a responder en esta carta a un nombramiento que, según un comunicado público expedido el Partido, se me ha hecho como Presidente Vocero.
Después de una invitación inicial de algunos directivos, y después de varias reuniones donde escuche disposición al cambio, la Dirección Nacional nombró una comisión para que conversáramos sobre las condiciones en que podría darse mi ingreso. Esto porque todos coinciden en que se requieren una serie de cambios para democratizar y refrescar la estructura de dirección, permitiendo el reingreso de sectores como Compromiso Ciudadano que esperan esos cambios y para, igualmente, propiciando el retorno de algunos líderes de la Ola Verde, y preparándonos para las elecciones.
La pregunta con la que inicié mi “inmersión” en el Verde era simple: ¿Si aún con las diferencias presentes podríamos caminar por una ruta común para tener un buen desempeño electoral , y sí, con la mirada en el horizonte, seríamos capaces de afianzar un partido o movimiento parecido a nuestros deseos?
Hablé con los líderes históricos y, algunos de ellos, abrieron la posibilidad de fortalecer el partido, contando de nuevo con su participación. Hablando con líderes y congresistas encontré gente estupenda con la cual avanzar hacia la consolidación de un partido democrático que Colombia necesita. También vale la pena resaltar la buena expectativa con la que las regiones asumieron estas posibilidades de las que aquí habló.
Mi acercamiento era al mismo tiempo el Compromiso Ciudadano, que buscaba superar el escepticismo de su primer paso por el Verde.
Después de varios desencantos en la ruta, he llegado a una nueva decepción que parece la final. Se me hace necesario hablar sobre ciertas circunstancias ineludibles en esta comunicación.
Las conversaciones, que han sido muchas y diversas, se han dado a lo largo de semanas. La verdad yo creí el proceso podía ser mas rápido, pero fui constatando que los compromisos eran incumplidos y las posiciones transformadas, incluso parece que algunos tardaron las decisiones, no solo por el argumento de presentar adecuadamente el cambio, sino además para hacer ciertas “movidas” burocráticas.
Hace ya más de veinte días, tuve una última reunión con los voceros y se suscribió una relatoría, que resumía lo acuerdos, y fue sometida a la Dirección. Finalmente se aprobaron cosas diferentes. Me sorprendió que parte de los delegados, con quienes había suscrito el acuerdo, votaron en contra de que el acuerdo fuese considerado en bloque, y luego votaron, uno a uno, contra varios de los puntos en los que se habían comprometido.
Un punto ineludible de discusión ha sido la Secretaria General. Hace unos días envié a miembros de la dirección el correo, que el Secretario General me había enviado acusando a varios de los dirigentes del partido de componendas y tratos inadecuados. Tengo que decirlo: No sé cual falta laboral se tipifica, pero un secretario general que haga tal cosa -actuar de manera desleal, antiética y calumniosa- no me despierta la mas mínima confianza.
Dije en varias ocasiones que algunos cargos claves deberían ser provistos con personas que nos dieran confianza a todos. Pero con el pretexto de “no sacar a nadie a sombrerazos” se terminó obviando dichos cambios.
A no ser por el representante Amaya, que me comunicó las decisiones, ningún otro directivo se comunicó conmigo, para darle alguna oficialización a la decisión. Hay personas que me han escrito o me han llamado para motivarme a ver las cosas positivas. He repasado de nuevo el proceso. Y creo que la falta de confianza en la palabra de personas claves en la dirección del Partido, me obligó a pedir que los acuerdos fuesen escritos; pero no así se cumplieron los compromisos. Todo estos me anticipa un ambiente para el que yo no estoy preparado. Y hay aprendizajes que a estas alturas de la vida no deseo.
Agradeciendo a todos los hombres, y todas las mujeres, que me hicieron el honor de proponerme para Presidente del Partido y a quienes se convencieron de la idea, debo decirles que no aceptó del nombramiento del que me he enterado por el comunicado emitido por la Dirección Nacional.
Alonso Salazar J.