La declaraciones del presidente Juan Manuel Santos sobre su disposición de restituir a Gustavo Petro en la Alcaldía de Bogotá, si así lo ordenaran los tribunales colombianos deja ver que el mandatario nacional estaría buscando acercarse al progresismo si llegara a darse el caso. Una situación que llegaría a servirle a Santos para asegurar su reelección faltando solo seis semanas para los comicios
Como lo manifestó el presidente-candidato Juan Manuel Santos, su principal preocupación es hacer que la ley colombiana se cumpla y su papel es actuar acorde al ordenamiento legal del país, es así que se entiende que hayas declarado que si las autoridades judiciales le ordenan restituir a Gustavo Petro en su cargo lo hará para respetar los fallos y la ley colombianos.
Tan lejos puede llegar su respeto por el ordenamiento jurídico interno que expuso al país al rechazo de distintos estamentos internacionales al no acatar las medidas cautelares que la CIDH había otorgado en el caso del destituido alcalde Gustavo Petro, para hacer cumplir la sanción emitida por la Procuraduría General de la Nación..
Lo anterior cobra cada vez más vigencia en la medida en que se acerca el momento para que el Consejo de Estado, en cabeza del magistrado Gerardo Arenas Monsalve, decida si otorga medidas cautelares a favor de Petro debido a una demanda de nulidad y restitución del derecho que fue presentada por la defensa del exmandatario local.
De llegar a darse una decisión favorable al exalcalde y Santos hacerla efectiva estaría, de alguna manera, intentado conjurar el golpe mediático que supuso, para su favorabilidad e imagen en las encuestas, la decisión de destituir a Petro y nombrar como encargado de la funciones a Rafael Pardo, actual ministro de trabajo.
La declaración dada por Santos en el sentido de respetar cualquier decisión de las cortes colombianas sería una manera de buscar acercamientos con el progresismo y, por extensión, con el voto de opinión de la capital, que es uno de los que más pesa al momento de hacer sondeos y encuestas políticas.
Lo que está por verse es si no es demasiado tarde para Santos, que con la ejecución del fallo sancionatorio del procurador Ordóñez tuvo un bajón sensible en la intención de voto de los colombianos, para enderezar el rumbo con un golpe de timón dado oportunamente gracias a la decisión del mismo tribunal que negó las tutelas que ampararon a Petro desde el pasado mes de diciembre.