Desde el Centro de Memoria Histórica, los dos líderes nacionales enviaron un mensaje de apoyo al proceso de paz y homenaje a las víctimas de la violencia. El Presidente de la República señaló que es “irracional” ir en contra de la paz y que esta movilización, así como el intento de acabar con la guerra, no tiene dueño.
La movilización del 9 de abril logró convocar a dos personajes antagónicos de la política nacional. Gustavo Petro, alcalde de Bogotá y abanderado de una política de izquierda en la capital, confluyó con el presidente de la “prosperidad democrática”, Juan Manuel Santos, para apoyar el día de la solidaridad con las víctimas del conflicto.
Luego de enviar un mensaje de apoyo a las Fuerzas Armadas, y de marchar junto a varios miembros del gabinete ministerial, Santos llegó al Centro ubicado en la calle 26 con carrera 22 y allí lo recibió el mandatario de los bogotanos.
En medio de miles de personas, que provenían tanto de instituciones públicas como de sectores sociales – el movimiento político Marcha Patriótica, por ejemplo – los mandatarios ingresaron al recinto de la memoria en la capital junto a varios personajes de la vida nacional.
Petro y Santos sembraron un árbol en honor a la memoria de las víctimas. Desde allí, y acompañados por la esposa del fallecido líder de la UP Bernardo Jaramillo y la directora de Asfamipaz, Marleny Orjuela, señalaron que este tipo de manifestaciones aceleran el intento de paz y hacen precisa la terminación del conflicto.
Junto a dos niños, que les regalaron a los líderes una réplica de la planta que sembraron, Juan Manuel Santos y Gustavo Petro salieron del lugar para marchar junto a los miles de manifestantes hacia la plaza de Bolívar, donde se concentró la movilización.