Luis Javier Laverde llegaba a su casa en el barrio Belencito Corazón, de la comuna 13 de Medellín, cuando lo bajaron a la fuerza del colectivo en el que se transportaba y lo subieron en un carro, presuntamente por paramilitares desmovilizados del Bloque Cacique Nutibara.
Esto ocurrió el 9 de diciembre del 2008. Luis Javier era el esposo de Luz Elena Galeano, una de las tantas víctimas que han sufrido la guerra urbana en la ciudad de la eterna primavera, por cuenta del narcotráfico, el paramilitarismo y la complicidad de un Estado indolente.
Han pasado siete años y hasta la fecha nadie le ha dado razón del paradero de su pareja, lo único que tiene es la esperanza de encontrarlo en La Escombrera, un lugar en donde no solo se depositan los escombros que deja la ciudad, sino que es la fosa común donde yacen cientos de cadáveres, de personas que fueron víctimas de desaparición forzada por parte de paramilitares y estructuras criminales. La Escombrera está ubicada en límites entre la Comuna 13 San Javier y el corregimiento de San Cristóbal, al occidente de Medellín.
Como Luis Javier hay un poco más de 92 desaparecidos. Sin embargo Luz Elena, quien por 13 años ha sido una líder y defensora férrea de los derechos de las víctimas y vocera de Mujeres Caminando por la Verdad, señala que en Terríjenos, zona que también hace parte de La Escombrera, hay por lo menos 300 cuerpos enterrados, pues con la Operación Orión utilizaron este lugar para desaparecer a personas de la comuna 13.
Históricamente esta comuna ha sido el corredor vial del narcotráfico, un lugar estratégico para el crimen organizado: “llegan por el norte, por el occidente o por el sur”, quienes están dispuestos a toda costa a llenar sus arcas de dinero ilegal.
Primero la milicia, es decir frentes urbanos de las Farc y el ELN, luego los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara, dirigido por Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, y finalmente la Fuerza Pública.
El 16 de octubre 2002 inició la Operación Orión, en el marco de la política de Seguridad Democrática del expresidente Álvaro Uribe, que se dio luego de operaciones como “Operación Mariscal” y “Operación Antorcha”; con aproximadamente tres mil hombres de la Fuerza Pública, del Ejército comandados por el general(r) Mario Montoya, la Policía Metropolitana de Medellín en cabeza del general Leonardo Gallego y del Das, ingresaron a la comuna para controlar la zona y sacar a la milicia (Farc y Eln).
Esta operación se dio con el apoyo de los paramilitares, una afirmación que vino luego de que alias ‘Don Berna’ se acogiera al proceso de Justicia y Paz y revelara que ellos (los paramilitares) ayudaron a identificar a colaboradores de las milicias y a guerrilleros.
“Él -el expresidente Álvaro Uribe- llegó con la orden de que todo ser que se moviera, que hubiera en las calles, fuera exterminado, como si fuéramos quién sabe qué cosa. Fue horrible porque nos atacaron por aire y tierra y quienes lo hicieron fue la Cuarta Brigada del Ejército, la Policía junto con los paramilitares. La Operación Orión fue entre el Estado y el paramilitarismo”, señala Luz Elena.
Luego de dos días de enfrentamientos con la población civil en medio de fuego cruzado, y de que los hombres que conformaban el Bloque Cacique Nutibara se desmovilizaran en el 2003, se dio inicio a una serie de ejecuciones y desapariciones (de personas que tuvieran algún vínculo con la milicia). Testimonios de víctimas, victimarios y autoridades han señalado que estas personas están en La Escombrera -la fosa común urbana más grande del mundo-.
La esperanza
“Lo que esperamos es que haya verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Ojalá que se hallen los cuerpos y sino que hagan una búsqueda integral que desde mucho tiempo venimos exigiendo. Esperamos que no se siga violando nuestros derechos como víctimas”, es lo único que quieren las 380 víctimas de desaparición forzada que conforman la organización Mujeres Caminando por la Verdad.
Hoy 27 de julio se inicia el proceso de exhumación en La Escombrera, el punto señalado por las autoridades es el polígono uno denominado la Arenosa. Esta diligencia se desarrollará por cinco meses, en el horario de 8:00a.m a 4:00 p.m de lunes a viernes.
El objetivo es extraer 24.000 mts cúbicos de escombros, de los cuales 3.000 mts se retirarán por medio de excavación mecánica y el resto se realizará de forma manual para encontrar restos de las personas que fueron posiblemente desaparecidas y enterradas en esta zona.
La Alcaldía de Medellín ha manifestado que el trabajo se desarrollará de la siguiente manera: La Fiscalía General de la Nación iniciará la búsqueda, prospección arqueológica con fines judiciales, y en el caso de hallar cuerpos se hará la exhumación, identificación y entrega de restos.
Aunque Luz Elena tiene la esperanza de encontrar a su esposo en La Escombrera, y cree que es un paso importante para que se haga justicia, exige a la Fiscalía que se haga una búsqueda integral, es decir, en el polígono 2 y 3 y en otros lugares de Medellín ya que según ella no solo en la comuna 13 hay fosas comunas.
A la par con la exhumación, las víctimas han exigido ayuda psicosocial. El Ministerio de Salud estará al frente de esta exigencia por medio del programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas; asimismo, se hará un trabajo de memoria que contará con el apoyo del Museo Casa de la Memoria y del Comité de Acciones de Impulso de la Comuna 13 con el propósito de construir y visibilizar los procesos y relatos de memoria.
De otra parte, también se construirá un Mausoleo en el Cementerio Universal para llevar a cabo el proceso de inhumación de los cuerpos en caso de ser hallados durante el proceso de excavación y exhumación.
Aunque la ilusión volvió alumbrar para las víctimas de la comuna con este proyecto, Luz Elena advierte que el conflicto actualmente sigue presente. “Las barreras invisibles siguen existiendo; por el lado de la loma la gente de abajo no puede pasar… hay vacuna al transporte, a las tiendas”. También denuncia que es muy complicado pues está la Fuerza Pública y ellos también vulneran los derechos de la sociedad civil.