Confidencial Colombia habló con Fernando Torres, Gerente de la Administradora Monserrate S.A.S y dijo que la norma que se les pretende aplicar es retrógrada y no piensa en una conservación natural incluyente. Aunque por ahora no hay fecha para retirar Casa San Isidro, Santa Clara, la cafetería de la Arquidiócesis y cerca de 40 puestos informales que están en el cerro, la noticia ha promovido la visita de locales y extranjeros que apoyan la permanencia de los establecimientos.
El Consejo de Justicia de Bogotá revivió un fallo del Consejo de Estado que busca la protección de los cerros y que consideró Monserrate como reserva natural. Para tal preservación, todo establecimiento comercial debe ser retirado de la zona, es decir, el restaurante Casa San Isidro, Santa Clara, la cafetería de la Arquidiócesis y cerca de 40 puestos informales de comidas y artesanías que se benefician del turismo del cerro, deben irse.
Sin embargo, la medida ha tomado por sorpresa a los administradores de Monserrate, pues consideran que la orden no toma en cuenta los derechos adquiridos que les fueron garantizados con ese fallo del 5 de noviembre de 2013 por haber trasladado al cerro a Casa San Isidro en 1976 y por tener una licencia de construcción del año 2000.
Ante esto, el Tribunal de Justicia del Distrito ha asegurado que la sentencia no cobija la permanencia de comercio y que solo deben permitirse actividades ecológicas y de investigación además de la prestación de servicios públicos, es decir, no se toca la iglesia, ni el teleférico, ni el funicular por supuesto.
La Arquidiócesis ha dicho que si los establecimientos fueran públicos, el fallo no les aplicaría, por lo que llegarán hasta las últimas instancias para mantener estos restaurantes, que entre otras cosas, los consideran históricos.
Restaurante Casa San Isidro
Restaurante Santa Clara
Fernando Torres, Gerente de la Administradora Monserrate, considera que se ha dejado de lado el concepto de la ecología moderna que plantea una naturaleza incluyente en la que todos deben integrarse para que la conservación sea equilibrada. “Todos somos cadena, por eso esta norma es retrógrada”.
Pero, la incomodidad es más grande teniendo en cuenta, según le dijo Torres a Confidencial, que aunque desde hace varios años tiene radicado ante la CAR un Plan Integral para el futuro de Monserrate que incluye senderos y miradores, la gestión pública ha sido lenta para aceptar el proyecto que mantendría vivo el turismo del cerro y rápida para querer excluir establecimientos de años y confianza.
Según cifras de la administradora, en un fin de semana se reciben entre 150 y 180 personas que van exclusivamente a San Isidro y Santa Clara. Después del anuncio, cuenta Fernando Torres que el número de visitantes ha aumentado y que se siente el apoyo para que no se retiren del cerro.
Algunos turistas consideran icónica la permanencia del restaurante e innecesario que todos deban irse y que no es posible que los visitantes lleguen a un lugar tan especial de Bogotá sin posibilidades de tomar o comer algo porque el comercio está restringido.
Si la medida se llega a aplicar, se cuentan como afectados 40 trabajadores del principal restaurante y los 40 puestos que se benefician del turismo. Torres dice que aún no se ha hecho claridad sobre si el retiro incluye esos puestos informales, pero que San Isidro es el primero en la fila para que se vaya de Monserrate.
Las aclaraciones y los alcances del fallo los está pidiendo el alcalde menor de la localidad de Santa Fe, Gustavo Niño, para que se garantice el debido proceso y que se mantenga el turismo responsable con el medio ambiente por el que siempre han abogado.