El tan esperado acuerdo entre el Gobierno y las Farc respecto al segundo punto de la agenda de diálogos, participación política, estableció derechos y garantías para nuevos movimientos y medidas para promover la participación ciudadana. Debido a la falta de control para una participación igualitaria, durante el segundo semestre del año en el país se han presentado diferentes marchas y manifestaciones por parte de algunos sectores con el fin de ser escuchados y tenidos en cuenta por el Estado.
Campesinos, madres comunitarias, transportadores, estudiantes, sindicatos, han salido a protestar por las calles del país a causa del inconformismo de las leyes establecidas por el Gobierno. Con el anuncio del acuerdo, se dictaron una serie de medidas que “aseguran” una mejor participación política. Pero como bien lo dijo Dag Nylarden, garante de Noruega, durante la lectura del pacto, “aún nada está acordado hasta que todo este acordado”, los diferentes gremios no demoraron en tener una opinión acerca del tema.
Con el acuerdo pactado para la participación política, se espera que varios de los sectores que se encuentran en crisis puedan lograr una mayor participación dentro de las políticas del Estado. Sin duda, algunos de los gremios tienen grandes expectativas con la implementación de nuevas medidas pero otros, aún esperan resultados que verdaderamente reflejen la autenticidad del acuerdo.
Héctor Centeno, vocero de los campesinos, afirmó que con la ley de partidos que existe en Colombia, ha permitido que solo rijan movimientos políticos como el Liberal y el Conservador, por lo que ha producido una serie de barreras que no ha permitido que pudiese existir un partido procedente de los campesinos en las contiendas electorales.
Según Centeno, los campesinos ven este nuevo acuerdo con ‘buenos ojos’ y como la oportunidad para que los grupos minoritarios, partidos no tradicionales y de oposición puedan tener en un futuro voz en la toma de decisiones y una total participación para lograr acceso al poder.
“Esperamos que todos los logros y todos los avances que han seguido, sigan avanzando para lograr la paz del país. Porque las mayores victimas ha sido el campesinado colombiano” aseguró el vocero.
Asimismo, Olinda García, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadoras al cuidado de la infancia y adolescencia (Sintracihobi) y vocera de las madres comunitarias por Bogotá, afirmó que muchas de las leyes que se establecen el país están de ‘ruana’. Sin embargo, espera que las medidas determinadas en el acuerdo se cumplan de manera satisfactoria. “Sería un gran paso para la paz y para las organizaciones que no tienen una gran participación dentro del Gobierno” dijo.
“Dicen que dan participación, pero a la hora de verdad se va a participar pero al final lo regalan por algún motivo. Este acuerdo es bueno en el sentido que grupo como nosotros podríamos entrar a presionar las leyes” aseguró la madre comunitaria.
Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores (SAC), Rafael Mejía, afirmó que un principio el sindicato apoyo las conversaciones de paz como proyecto. No obstante, aclaró que existe una continuidad en el trabajo para llegar a un acuerdo pero nada es seguro y no podría afirmar si esta en acuerdo o en desacuerdo con respecto a lo pactado por las dos partes.
