Seis dietas que te causarán más problemas que beneficios

El mundo de la nutrición es una de las materias que están en constante cambio. La existencia de numerosos estudios sobre ella y que van cambiando nuestra perspectiva sobre la alimentación es, junto a la importancia que le damos al aspecto físico, el factor más importante de esta constante evolución.

Sin embargo, pese estas investigaciones y la labor de numerosos profesionales, no son capaces de evitar, en ocasiones, el nacimiento de algunas dietas en las que el único milagro que habría en ellas sería poder seguir nuestra vida con normalidad. La revista Time explica algunas de estas dietas de las cuales nos hacemos eco.

La dieta de los grupos sanguíneos

Los grupos sanguíneos se diferencian según el tipo de antígenos tengan. Los grupos existentes son A, B, AB y 0.

Las dietas que se centran en este aspecto se fundamentan en la teoría de quecada grupo sanguíneo reacciona de una manera diferente ante los alimentos, llegando a afirmar que algunos alimentos serán mucho mejores para un colectivo con un determinado grupo sanguíneo que para otro.

El problema que tiene esta dieta es que no existe una evidencia científica que la muestre efectiva, sino que se basa en una teoría. Por tanto, realizando esta dieta puede que se acabe teniendo una alimentación muy restrictiva con unos resultados muy poco evidentes.

La dieta del hombre lobo

No es muy complicado saber, tras leer el nombre de esta dieta, en qué puede consistir. Pero si no sabe por dónde van los tiros aquí tiene otra pista. Luna llena.

En efecto, esta dieta se centra en el tipo de alimentación que debe llevarse según los ciclos lunares, ya que considera que nuestro organismo cambia su funcionamiento según las mareas y la disposición de la luna.

Los defensores de este método afirman que es preferible hacer ayuno los días de luna llena porque se perderá más peso. Pero la única evidencia científica es que si se pierde peso es por no comer, hábito que, desde luego, no es nada saludable, pues es mucho mejor tener una alimentación equilibrada cada día.

La dieta de los bebés

Sí, esta dieta consiste en alimentarse a base de potitos. Concretamente, en torno a 14 frascos diarios.

Tener estos hábitos no solo le será muy caro y parecerá ridículo a su entorno (imagínese tener un compañero de trabajo que se coma 5 papillas cada día a la hora de la comida), sino que además no cubre las necesidades alimenticias de una persona normal, ya que, lógicamente, es un alimento preparado para la nutrición de recién nacidos.

La dieta de la bella durmiente

No es tan raro escuchar a algún conocido diciendo que la mejor forma de adelgazar es dormir, ya que todo el tiempo que se esté en la cama descansando no se dedicará a comer.

En parte es verdad, pero será mejor dedicar el tiempo libre a realizar deporte y una vida más saludable que solo a dormir.

Además de los problemas de sedentarismo y pérdida de musculatura, también hay casos de gente que ha acabado abusando de sedantes para poder permanecer más tiempo durmiendo.

La dieta de la tenia

Pocos comentarios merece esta peligrosa dieta. Como su nombre indica,consiste en introducir una tenia o solitaria dentro de nuestro cuerpo para que ella haga su trabajo alimentándose de aquello que vayamos ingiriendo.

El modus operandi de esta dieta consiste en ingerir huevos de tenia para que vaya creciendo en nuestras entrañas y se alimente de los alimentos que entren en nuestro organismo. Cuando se llegue al peso ideal ha de tomarse medicamentos para expulsarla, con todas las molestias que ello conlleva.

Obviamente, seguir esta dieta provoca elevados riesgos para nuestra saludque pueden dañar seriamente nuestro organismo.

La dieta del algodón

De todas las dietas mencionadas esta es la más reciente en ponerse de moda, ya que se ha popularizado en estos últimos meses.

Pese a ser una fórmula tan joven, la comunidad médica ha querido alertar rápidamente de lo peligroso que es ingerir bolitas de algodón mojadas en zumo.

La razón que exponen para defenderla, las personas que la practican, es que así se consigue “engañar” al estómago y eliminar la sensación de hambre. Los aspectos negativos son bastante superiores a la aparente virtud de esta dieta, ya que provoca desnutrición, serios riesgos de asfixia, obstrucción intestinal e, incluso, la muerte en los casos más graves.