Juan Carlos Caguaripano Scott, capitán de la Guardia Nacional venezolana, es uno de los 30 oficiales militares culpados por el oficialismo de fraguar un golpe de Estado. Desde la clandestinidad grabó un video en el que acusa al Gobierno de hundir al país en una “guerra fratricida” y exige a las fuerzas militares arrepentirse.
La crisis política y de orden público en Venezuela mantiene al gobierno del presidente Nicolás Maduro atareado en varios frentes. Por un lado se enuncia el objetivo del oficialismo por lograr una pacificación de las protestas por medio del dialogo (hecho que se tambalea ante la opinión pública pues son cientos numerosos los casos de abuso de autoridad) y en otra instancia continúa la llamada cacería del Gobierno en contra de sus detractores, comúnmente denominados como la oposición.
Pese a que es ‘normal’ que el chavismo arremeta en contra de los opositores y viceversa, llama la atención que incluso dentro de sus líneas hay quienes se contraponen al accionar de la administración de Maduro.
En efecto, cuando el jefe de Estado anuncio que se capturarían a 30 oficiales militares de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) por un presunto complot hace un par de semanas, se encendieron las alarmas dentro de las fuerza militares y las máximas autoridades de empezaron a mover. Este plan, dijo el Presidente, pretendía ejecutar un golpe de Estado y tumbarlo.
Fue el propio Maduro quien pidió a la justicia hacer la captura y durante el revuelo, el capitán de la GNB, Juan Carlos Caguaripano Scott, se ocultó y grabó un video en el que llama a los venezolanos a reflexionar sobre las movidas que se hacen desde el Palacio de Miraflores.
“El desgobierno y sus amigos políticos han alimentado la intolerancia entre nosotros mismos y mientras tanto muchos seguimos como pasivos espectadores del desastre”, dice Caguaripano. Luego pide a los generales que “pidan perdón. Estamos a tiempo de salvar un país, una institución. Mañana pueden ser ustedes mismos las víctimas”.
Además rechaza que los jefes militares sigan “aplaudiendo la represión brutal y aberrante por parte de algunos efectivos contra estudiantes”, y asegura que “esta realidad delante de nosotros, se está convirtiendo en una guerra civil”.
Por su parte el presidente Maduro acusa al exiliado capitán de operar en la clandestinidad bajo el seudónimo de “Lucas” e indica que está reclutando a jóvenes para poder hacer el golpe de Estado.
El mandatario ha encarcelado a cerca de 2 mil 500 personas durante la jornada de protestas, confirmó el Foro Penal Venezolano. Del conglomerado 1.405 están en libertad gracias a medidas cautelares, 106 continúan presas y 388 lograron la libertad plena.