“Ser colombiano es una responsabilidad muy grande”: Andrés López

Inmortalizado gracias a su stand-up comedy, la Pelota de Letras, Andrés López es uno de los humoristas más reconocidos de nuestro país. En sus espectáculos ha logrado lo que pocos, realizar un sutil análisis sociológico de la sociedad colombiana, de una manera cómica, para que sea apta para todos los públicos.

Con motivo del 20 de Julio, Día de la Independencia, López compartió con los lectores de Confidencial Colombia su visión del país.

Éste es el país donde decidió nacer.

Decisión es diferente de suerte. Uno decide y ello es lo que se representa como hacer patria lo cual es fabricar los sueños desde un punto fijo hacia afuera, abarcando lo bonito de esa decisión. Ser colombiano es una responsabilidad muy grande. Hay quienes la comprenden, hay otros que la ignoran y hay quienes no la asumen.

Uno hace ese ejercicio y asume responsabilidad por ello, cuando uno comprende esa decisión, no sólo le empieza a ir mejor como colombiano o colombiana, sino que el país empieza a mejorar.

La capacidad de trabajo de los colombianos

“Somos los mejores trabajadores del mundo. Nos entregamos a nuestro trabajo de forma pasional y sin reparos. No podemos entender como existen personas que no trabajen o que vean felicidad donde no hay trabajo o con menos trabajo. Para nosotros el trabajo es una bendición no un castigo”.

Por ello mismo, cuando se le pregunta si cree que se ha perdido el valor del patriotismo, responde sin vacilar que no, pues “uno sale al mundo real y se da cuenta que no. El patriotismo es permitir que haya una creación permanente de la nación y que evolucionen los conceptos que la sostienen”.

Patriotismo

“Cada vez se está volviendo más complicado ser corrupto en este país y las personas cada vez son más cordiales y honestas. Patriotismo es la creación de confianza en un país de parte de sus habitantes e instituciones y ello está sucediendo a su ritmo pero está sucediendo”.

‘Quedarse’ e ‘irse’ son palabras delicadas

“Es necesario ver a Colombia más como una energía cinética de viajeros cosmopolitas y no como una energía potencial de ciudadanos estancados encerrados en sus propios prejuicios y excluyendo al mundo. Es muy peligroso quedarse así como es peligrosa la creación de éxodos para destierros innecesarios. ‘Quedarse’ e ‘irse’ son palabras delicadas, no existen absolutos en ellas. Yo pienso que Colombia tiene que ser cada día más parte de un ecosistema global económico, cultural y social.

Hay que fluir, ir, venir, llegar a no necesitar visa para ningún lugar. Viajar, comparar, ver el mundo siempre por primera vez. Quedarse en Colombia como obligación excluyente bajo orgullos nacionalistas cerrados, puede volvernos una masa de perros mordiéndose los unos a los otros hasta que no quede sino la polarización violenta, como pasa en otros países, que no salen, exploran, comparan, tabulan. Colombia debe ser infinitamente cosmopolita. Colombia está de moda en el mundo”.