Los empresarios del calzado y el cuero de Norte de Santander aseguran que la situación social y económica en la zona de frontera es la misma por cuanto hay incertidumbre con el vecino país y las medidas aduaneras adoptadas por el ejecutivo en Colombia tan solo se podrán ver en el corto plazo.
Los industriales son claros al decir que si el gobierno de Caracas y el Banco Central de Venezuela garantizan pagos cumplidos en fechas establecidas habría espacio para reactivar las exportaciones, pero precisan que tal y como están las cosas no hay confianza por el alto factor de riesgo.
El director ejecutivo de la Asociación Colombiana de la Industria del Calzado, el Cuero y la Marroquinería (Acicam), Guillermo Rangel le dijo a Confidencial Colombia que los resultados positivos en Cúcuta y otros pasos fronterizos aún no se reflejan toda vez que sigue deprimida la generación de empleo y siguen en espera las obras de infraestructura en el departamento.
“Los sectores económicos de Norte de Santander seguimos luchando cada uno a brazo torcido por sacar a nuestros empresarios adelante, sabemos que el apoyo tanto departamental como municipal si ha existido, pero no de la manera como nosotros estábamos esperando y no lo digo por el sector cuero y calzado sino por el grueso de la industria regional”, comentó el señor Rangel.
Agregó que con la nueva coyuntura cambiaria y con las perspectivas de mercado interno y externo, el departamento y su empresariado pueda ver por fin luz al final del túnel porque ya es imposible seguir tocando fondo.
En su opinión, el futuro del sector cuero y calzado depende en gran medida de la ampliación por dos años más del decreto 0074 con la opción de más prórroga lo que resulta clave en la apertura del mercado nacional, lo cual amerita la participación de los empresarios norte santandereanos en las diferentes ferias. “Somos conscientes que hay que seguir mejorando producto y procesos, motivo por el cual Acicam viene trabajando en ese frente que justo le dio apertura a dos nuevos proyectos que apuntan entre otras cosas a seguir tocando las puertas de mercados alternativos porque Venezuela sigue de capa caída”.
Para diversificar mercados en el exterior el gremio trabaja al unísono con la Cámara de Comercio de Cúcuta, con Proexport Colombia y con la Gobernación en una plataforma de exportación hacia los Estados Unidos. Por tal motivo se adelanta todo el mejoramiento productivo y de confort. Para el mes de agosto se tiene prevista una misión comercial el Atlanta a donde irán los empresarios de Norte de Santander a vender sus excelentes y afamados productos.
“Tenemos que seguir buscando misiones, explorar oportunidades exógenas y aprovechar al máximo los países con los cuales Colombia tiene tratados de libre comercio para aumentar las exportaciones y poder con ello volver a la generación importante de empleo”, apuntó el vocero gremial.
Actualmente Cúcuta tiene unas 260 empresas dedicadas a la fabricación de calzado y manufacturas de cuero que están registradas y legalmente constituidas aunque también hay empresas satélite y talleres que ofrecen empleo.
En un censo adelantado hace ocho años en Cúcuta, existieron en la ciudad 1.200 unidades productivas entre formales e informales en el sector cuero y calzado lo cual muestra una caída considerable de la actividad, no por la falta de capacidad productiva sino por la carencia de mercado. A lo anterior se suma la deuda que Venezuela tiene con los empresarios la cual viene desde 2008 y que obligó a muchos a mirar otras opciones de lucro.
A la fecha se les adeudan a los pequeños empresarios más de 1.5 millones de dólares, unos 3.000 millones de pesos.
El empresario cucuteño está tratando de diversificar producto y da muestras ejemplares de emprendimiento, creatividad y tozudez. Tenemos empresarios que tienen la capacidad de cambiar de línea, de darle al mercado lo que este pide y esa diversidad de diseño los sostiene, ojalá que eso se mantenga”.
Mejorando en infraestructura
El gran talón de Aquiles de Norte de Santander ha sido la infraestructura porque su producción y su competitividad se vieron mermados ante la dificultad de salir con bienes fabricados en la región hacia el centro del país y la costa norte. Hoy siguen sumando dinero en el presupuesto para obras y es así como se ha mejorado la vía Cúcuta-Bucaramanga en donde existían puntos de alto riesgo. La doble calzada ya llegó hasta el peaje de los acacios y muy probablemente en el mediano plazo se reestablezca el flujo vehicular hacia Bogotá. “Otra obra que esperamos con ansias es la vía a la costa norte por Ocaña para hacer aún más viables las exportaciones”.
Una de las ventajas de Cúcuta es el reconocimiento de su producto manufacturado, escenario que facilita las ventas al mercado interno y al extranjero, el problema es que todavía quedan rezagos de las inmensas importaciones de 2012 y comienzos de 2013 que impactaron inventarios y precios.
“Espero que este año sea el de la recuperación y el de volver a levantar la industria demostrando que somos productivos y competitivos con la tranquilidad que el mercado se abrió para nosotros”, expresó Rangel.
La industria del calzado y el cuero genera 13.000 puestos de trabajo directos en Norte de Santander y más de 26.000 indirectos, es decir cerca de 40.000 empleos.
El nudo con Venezuela es el pago
Los industriales de Norte de Santander tienen claro que el mercado venezolano está en el limbo por todo lo que acontece.
“Nosotros lo que siempre le hemos pedido al gobierno venezolano es que nos pague la deuda. En ese pequeño acuerdo comercial que firmaron los presidentes Santos y Chávez lo determinante es establecer cuáles serán los medios de pago pues solamente los empresarios están dispuestos a venderle a Venezuela si nos dicen de manera clara como nos van a pagar y para ello es necesario establecer fechas de pago para que se cumpla con los desembolsos”.
La situación es compleja con el país vecino porque los empresarios tienen sus legítimos temores en vista de que nadie quiere vender a riesgo a un cliente que está debiendo y que tiene líos para pagar. Acicam dijo que muchos empresarios y comerciantes de Venezuela llegan a Cúcuta buscando opciones de mercado, pero a hoy nadie quiere arriesgar su patrimonio o su capital de trabajo.
Aseveró que lamentablemente hay problemas económicos y macro-económicos preocupantes como los índices de inflación y el pago de obligaciones en divisa y por ello es perentorio trazar reglas del juego para seguir abasteciendo al país bolivariano.
Hay negocios que operan y es compre en Cúcuta y pague en Cúcuta, pero los riesgos de exportar no se corren porque no hay nada claro en el intercambio binacional. De momento la frontera ese tercer país como algunos la llaman sigue viviendo del empuje de sus empresarios y de la demanda regional que no deja de ser importante.
Hoy la “Perla del Norte” sigue adelante, apostándole a un mejor futuro porque en medio del bochorno que genera el clima cálido y la misma temperatura que sube con el incumplimiento, lo único que refresca es la esperanza que se abanica con las brisas del Pamplonita.