Tras el anuncio hecho en rueda de prensa conjunta entre el Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, en el que se indica que el ‘día D’ inició ayer, que técnicamente es el comienzo de la dejación de armas y la transición a la vida civil de la guerrilla, la nación está expectante de cara a la implementación que comienza con esta histórica etapa.i
Las 23 zonas veredales transitorias de normalización, que tienen un carácter temporal y definido, estarán siendo coordinadas a través de un mecanismo de monitoreo y verificación conformado por miembros del Gobierno, las Farc y el componente internacional con Naciones Unidas al frente y serán elementos vitales que ayudarán a la guerrillerada a realizar su proceso de reinserción a la vida civil.
Infografía por Noticias RCN
El presidente, Juan Manuel Santos, aseguró antes de que se diera la refrendación en el Congreso que el día de hoy comenzaría una nueva era en Colombia, forjando una paz que se anhelaba desde hace 52 años. Además, resaltó el hecho del inminente traslado de todos los miembros de las Farc a las zonas veredales que comenzarían a más tardar 5 días después de la refrendación.
Ante el histórico y experimental ciclo que presenciará Colombia en los próximos meses, Confidencial Colombia consultó a Hernán Santacruz, uno los médicos psiquiatras más prominentes del país para entender el proceso de reintegración a la ciudadanía de manera exitosa, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los excombatientes no conocen más allá que las vicisitudes de la guerra y la confrontación armada.
En principio, Santacruz, explica que el proceso al que se van a enfrentar los guerrilleros (sobre todo militantes de base) no va a ser fácil, pero tampoco es imposible. “Debe haber un acompañamiento psico-social muy fuerte. Con el sujeto (excombatiente) tendrán que abordar diferentes esferas de su vida personal y de su contexto socio-cultural, a partir de las cuales se logre comprender por qué él y los demás excombatientes llegaron a formar parte de las organizaciones armadas ilegales”.
Lo particular de esta reintegración, recalca, es que la mayoría de estos jóvenes han invertido la mayor parte de su vida en combate (algunos toda su vida) pero en un sentido estricto, se supondría que todos ellos también desean cambiar de rutina.
El experto brinda un parte esperanzador. Afirma que en anteriores procesos de reinserción de excombatientes el porcentaje de transición a la vida civil es bastante alto. Sin embargo puede suceder que “habrá unos pocos que no lo logren porque presenten trastorno postraumático o porque tengan algún tipo de patología emocional que suele describirse en excombatientes”.
Luisa Mejía Gómez, politóloga e internacionalista de la Universidad del Rosario, afirma que los desmovilizados poseen atributos psicosociales y valores que limitan su posibilidad de interacción social; en otras palabras, no se encuentran preparados para vivir dentro de un conjunto de reglas sociales en coordinación con el presupuesto de la legalidad.
Por esta razón Santacruz coincide con los tiempos que han establecido las delegaciones negociadoras del Gobierno y las Farc. El médico finaliza diciendo que “si la permanencia en un campo provisional no es superior a 6 meses, no hay que esperar a que haya complicaciones mayores. La transición no puede durar años, ahí es donde se empiezan a ver las dificultades”.
¿Cómo funcionarán estas zonas veredales?