No estar preparados para mitigar el impacto del fenómeno de ‘El Niño’ hace que crezca el temor a que se repitan episodios como el apagón de los años 1992 y 1993, o las millonarias pérdidas entre 1997 y 1998.
La llegada de este fenómeno no es otra cosa que la aparición de aguas superficiales más cálidas de lo normal en el Pacífico tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia. Este calentamiento por su magnitud afecta el clima en diferentes regiones del planeta, entre ellas, el norte de Suramérica donde está situado el territorio colombiano.
El más reciente informe del Instituto de Hidrología, Meterología y Estudios Ambientales (Ideam) señala que el fenómeno de ‘El Niño’ está en su etapa de desarrollo y se estima que en un 81% se consolide hacia los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Para el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Rafael Mejía, no hay suficientes motivos para prever una “situación dramática”; sin embargo, es consciente de que las mayores afectaciones podrían estar en los cultivos de ciclos transitorios como maíz y arroz y en cultivos de ciclos permanentes como azúcar y aceite de palma.
“Los agricultores están buscando cómo mitigar el impacto a través de reservorios, pozos profundos, maquinaria y graduar los equipos de riego”, expresó Mejía tras señalar que para el año 2012 se calcula que la inflación de alimentos esté alrededor del 4%, frente al 5,27% que se registró el año pasado.
El director ejecutivo del gremio arrocero Fedearroz, Rafael Hernández, considera que el cambio climático llegó para quedarse y advierte que si el país “no se adapta el impacto puede ser muy fuerte”, pues todavía los distritos de riego no cuentan con reservorios eficientes.
Pérdidas históricas
Según un estudio del Banco Mundial, el fenómeno de ‘El Niño’ de los años 1997-1998 ha sido uno de los más fuertes en Colombia justamente por la deficiencia hídrica, lo cual generó problemas fitosanitarios y una reducción en los rendimientos del sector con un monto total de daños de US$101 millones.
Además las pérdidas indirectas generadas por los efectos negativos en la Balanza de Pagos y la ausencia de exportaciones sumaron los US$ 124 millones.
De acuerdo con el economista e investigador asociado a Fedesarrollo, Juan José Perfetti, “cualquier cosa es posible. Los mercados agrícolas mundiales está siendo afectados por la sequía que se presenta en Estados Unidos que es la peor en 50 años,” dijo.
Un informe del Banco de la República sobre el efecto de las sequías en la inflación revela que la variabilidad que ha tenido este indicador en los últimos 20 años, se debe en parte a los choques de oferta a los que está sujeto el sector agrícola del país. Los altibajos en la inflación de alimentos han sido causados por sequías que no necesariamente han estado asociadas a fenómenos de ‘El Niño’.
Desde otra óptica, para nadie es un secreto que este fenómeno ha causado prolongaciones de los periodos secos afectando directamente los embalses, lo cual ha llevado a la disminución de generación hidroeléctrica incluso a racionar la demanda de energía en el país.