Con una estrategia que apunta a nuevas adquisiciones y aun ambicioso plan de expansión que contempla la apertura de una planta en La Florida (Estados Unidos) la firma Tecnoquímicas espera cerrar el 2013 con ventas superiores al billón de pesos.
La afamada agrupación fabricante de medicamentos afirmó que el hecho de abrir una planta en Estados Unidos, implica sacrificar una en Colombia, pero explicó que esa es la consecuencia de las falta de garantías que sigue campeando en el país, situación que les lleva detrimento a los empresarios nacionales, obligándolos a tomar decisiones que pueden ser dolorosas.
El vicepresidente de Tecnoquímicas, Eduardo Sardi precisó en la XXXIV Asamblea anual de la Asociación Latinoamericana de Industrias farmacéuticas (ALIFAR) que en 2012 las ventas de la compañía alcanzaron los 980.000 millones de pesos, cifra cercana al billón de pesos. “Nos quedó faltando el centavo para el peso”.
La empresa aspira a crecer este año entre 10 y 12 por ciento, es decir que la organización le apunta a ventas superiores al billón de pesos, de hecho dentro de las metas está llegar a 1.000 millones de dólares en el futuro cercano y por ese asunto la empresa se mueve con celeridad.
La firma vallecaucana está desarrollando el concepto de ampliar sus actividades para lo cual se hizo la compra de algunas empresas en Colombia y en el extranjero. “Estamos a punto de incursionar en investigación clínica, y para ello buscamos alianzas estratégicas con empresas que estén en la exploración de nuevos productos farmacéuticos”.
La empresa aclaró que los negocios que adelanta dentro y fuera del país son de carácter confidencial, pero explicó que son diversas las opciones que se están contemplando. “Estoy seguro que algunos negocios importantes se van a hacer este año”.
Afirmó que Tecnoquímicas tiene en la mira inversiones y compras en los países que están sobre el Pacífico, es decir desde Guatemala hasta Ecuador y es por eso que hay conversaciones con tres compañías, una de ellas casi en cierre de negocio.
No hay plata para medicamentos
Según el vicepresidente de Tecnoquímicas, Emilio Sardi, amén de las enfermedades, los pacientes no tienen dinero para comprar medicinas y es esa la razón que hace pensar que el país requiere medicamentos de precio favorable y excelente calidad.
Sardi reveló que la situación en lo corrido del año no ha sido fácil toda vez que en el cuatrimestre el mercado está paralizado y sin la dinámica de otros tiempos.
En su criterio, Tecnoquímicas está creciendo razonablemente por la captura de mayor participación en el mercado, sin embargo sostuvo que la venta de remedios ha estado estancada en los últimos cuatro meses. Consideró que el menor consumo de medicamentos se presenta en la franja de mercado comercial así como en el institucional que no repuntará hasta tanto no se defina por parte del ejecutivo la normativa en materia de salud, situación que generó demasiada incertidumbre en los laboratorios y en la industria farmacéutica en general.
“El asunto es delicado porque de un lado las EPS no saben si van a subsistir, mostrando un fenazo en la dinámica y de otro lado las personas están sin plata y no demandan las medicinas. Yo diría que el mercado farmacéutico no es muy fuerte y se encuentra en un escenario complejo, de desaceleración y de déficit gigantesco en la balanza comercial productiva por los mismos acuerdos comerciales”, comentó.
Estimó que la concentración económica en minería y petróleo ha conllevado a un déficit de 25.000 millones de dólares, lo cual se traduce que estamos hablando de producción que se dejó de hacer en Colombia, dejando a muchas personas sin capacidad de compra.
“Nosotros por fortuna aumentamos la participación y con ello hemos compensado, pero lo crudo y cierto es que el problema está”, aseveró.
Reforma a la salud es enredada
Para el empresario, Emilio Sardi, la reforma al sistema de salud es a hoy un gran interrogante porque nadie sabe para donde va y agregó que la propuesta del Gobierno no es muy clara en algunos de sus objetivos con el agravante que no hay certeza que pueda ocurrir en el Congreso pues se puede esperar una reforma mejorada, pero de igual forma precarizada.
TLC no fue tan duro
Sardi aclaró que si bien las negociaciones del tratado de libre comercio no fueron nefastas, esta situación obedeció a la consideración de la ONG, Misión Salud que fue a Estados Unidos y convenció al Congreso americano para reversar muchas de las cosas que el Gobierno había otorgado. “Esa benevolencia no vino del ejecutivo que para dolor de los colombianos, en la negociación del TLC con Estados Unidos, a todo le dijo si”.
Sobre la propiedad intelectual, consideró el industrial, el acuerdo no hizo tanto daño, pero una vez se redactó el protocolo modificatorio que enderezó la pifia de los negociadores.
“Obviamente las empresas multinacionales están tratando de recuperar lo que habían pensando que habían alcanzado, pero que súbitamente su dirección política en Estados Unidos reversó”, apuntó.
Manifestó que la industria espera que toda la normativa que surja por el TLC no vaya a afectar el abastecimiento de muy alta calidad y buen precio para los colombianos. “Es una lucha difícil, pero estamos nutriendo al Gobierno con toda la información pertinente”.
Enfermedades que superan el billón de pesos
Sobre SIDA y cáncer afirmó que para esas patologías, los laboratorios multinacionales están usando medicamentos biotecnológicos, logrando impedir el registro de medicamentos competitivos, actuando como monopolios que les permite cobrar unos precios que llegan a ser diez veces más costosos que los de países desarrollados.
“Esta circunstancia monopólica es no solo tolerada, sino auspiciada por el Invima. Precisamente las empresas estamos a la espera de una normativa o un registro de biotecnológicos que no ha salido, pero que estaba en su tercer borrador, aclarando que el primero fue muy bueno, el segundo ya no tan coherente y el tercero muestra que en la medida en que las multinacionales puedan meter la mano, ellos van a buscar que no exista competencia”, dijo.
Tecnoquímicas piensa que debe haber barreras serias para la producción de ese tipo de medicamentos toda vez que no se le puede entregar a cualquiera porque quien aspire a ello debe llenar unos requisitos.
Expresó que lo que no puede ser es que los requisitos sean insalvables como es la pretensión actual de la industria extranjera. Señaló que si Colombia llega a un justo medio en donde hay unas exigencias serias de calidad y a tiempo una posibilidad de cumplirlas, ahí habrá competencia y bajarán los precios.
“Para completar, los controles de precios que pone el Gobierno, como en todo, afecta al más pequeño, pero nunca al grande”, alegó.
Sobre las enfermedades calamitosas, expresó que los medicamentos los han entregado las EPS por la vía de las tutelas, situación que no ha permitido que muera la gente, pero eso sí, causándole un gran drenaje al sistema de salud que fácilmente puede llegar al billón de pesos anuales. “Yo creo que las transnacionales están sacando cómo mínimo unos 500 millones de dólares en sobreprecios por esos productos al año. Lo grave es que eso atenta contra todos los demás usuarios del sistema porque si una persona que tiene cáncer o una enfermedad que cuesta 20.000 dólares anuales, le quita oportunidad de atención a la población que padece por desnutrición, diarrea y otros cuadros patológicos.
Crecimiento mentiroso y Venezuela con problemas
El vicepresidente de Tecnoquímicas, Emilio Sardi consideró que el crecimiento económico de Colombia es muy engañoso porque se da como consecuencia de una mayor dinámica en minería y petróleo. En ese orden de ideas, declaró, hay que precisar que la economía tiene dos bases, una de mayor producción y otra que tiene que ver con la inflada de precios en el mundo.
“Esa es una economía marginada para los colombianos porque son muy pocos nacionales los que participan en ella porque para no ir tan lejos los dineros de Ecopetrol son recursos que se quedan en el Gobierno y otras cuestiones”, informó.
La economía de manufactura, la que demanda empleo y servicios, no está creciendo y la situación es tan apremiante que ya las importaciones superan los 27.000 millones de dólares, escenario peligroso porque con cualquier caída en el precio del petróleo el país no tendrá como pagar sus compras o compromisos porque eso se paga con crudo.
Consideró que Colombia ha hecho lo peor del nuevo rico, sin darse cuenta que es rico, porque una producción de un millón de barriles es de un país potentado, lamentablemente, apreció, esa riqueza no se usa en el crecimiento de la producción nacional o en fomentar la salud y la educación, sino que por el contrario sirve para remunerar importaciones que destruyen la producción nacional.
“Esto es gravísimo, Colombia sigue dormida y ese despertar va a ser muy duro porque si el petróleo baja a 70 dólares, la pregunta es de donde o con qué pagan lo que deben”, indagó el señor Sardi.
De otro lado denunció que la perversión económica de Venezuela incentivada por la debilidad de su tasa de cambio, alborotó el contrabando de medicamentos y agroquímicos. “Las redes son tan organizadas que tienen rutas de contrabando que llegan hasta Ipiales”.
La situación es dramática por el hueco fiscal, pero aun más por el alto riesgo que corren las personas por la posibilidad de adquirir medicamentos vencidos “El contrabandista por naturaleza no es una buena persona y es un sujeto que vive al margen de la ley que no responde por sus oscuros negocios que pueden ocasionar serios problemas de salud”.
Lamentablemente, concluyó, Venezuela es un vecino con grandes distorsiones económicas y ello se convierte en un tremendo problema.