Telefónica afrontará en los próximos meses un ajetreado calendario en el que coincidirá la puja por frecuencias de telefonía móvil 4G con el imperioso compromiso de reducción de deuda. Ambas exigencias ofrecen intereses contrapuestos, ya que la compra de nuevo espectro obligará a realizar inversiones multimillonarias, cuya salida de caja agravará la presión financiera con la que actualmente convive la compañía.
En concreto, la teleco tiene previsto licitaciones en ocho países y todas ellas merecerían la consideración de “ineludibles” para cualquier operador que pretenda mejorar su competitividad en cada uno de los mercados en los trabaja. Además del importe específico de las frecuencias, Telefónica también deberá hacer frente a las obligaciones de cobertura asociadas a las licencias, lo que también implica nuevos desembolsos.
Según se desprende del informe de Registro de Acciones de Telefónica, presentado por el operador la semana pasada, los procesos de concursos y subastas fijados para éste y el próximo año se sitúan en Perú, Costa Rica, México, Panamá, Uruguay, Colombia y Venezuela. A los anteriores países se añade la licitación abierta en Guatemala, que no figura en el referido informe.
Por el momento, los pagos realizados por la adquisición de espectro por parte del grupo español a lo largo de los seis primeros meses del año se limitan a 13 millones de euros, una cifra 100 veces menor que los 1,307 millones desembolsados en el mismo periodo de 2015. Así, entre los pasados meses de enero a junio, Telefónica destinó para estos fines un total de 6 millones de euros en Perú, tres millones en España, 2 millones en Colombia y otros 2 millones en Alemania.
Sin embargo, durante el primer semestre de 2015 y por condicionantes ajenos a Telefónica, el operador invirtió en nuevas frecuencias de móviles las siguientes cantidades: 976 millones en Alemania, 204 millones en Argentina, 67 millones en Ecuador, 49 millones en España, 6 millones en Chile, 4 millones en Colombia y 1 millón en Nicaragua.
En el caso de Perú, Telefónica resultó adjudicataria la pasada primavera de frecuencias de 700 MHz, con un bloque de 15+15 MHz, que podrá explotar durante los próximos 20 años y cuya inversión alcanzará los 290 millones de euros en cuanto se formalice la transacción. En el mismo país, Telefónica pagó el importe más elevado de la subasta por su bloque, con un incremento próximo al 10% respecto al precio base.
A finales del año pasado, el Gobierno de Costa Rica anunció la convocatoria de un concurso por el que repartirá un total de 70 MHz de frecuencias móviles, de los que 40 MHz corresponden a las bandas de 1,800 MHz y los 30 MHz restantes de las bandas 1,900/2,100 MHz. Tras diversos retrasos, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) finalmente dio a conocer las reglas del proceso licitatorio que prevé acometer durante el primer semestre de 2017. El objetivo de Sutel con esta subasta consiste en mejorar la calidad del servicio móvil y evitar la concentración de espectro, así como propiciar la sostenibilidad ambiental. En este proceso, todo apunta a que Telefónica rivalizará por el espectro con Claro, propiedad del magnate Carlos Slim.
En México, el regulador sectorial resolverá el próximo 17 de noviembre la licitación que determinarán los nuevos dueños de la banda de 700 MHz azteca, recursos procedentes del denominado dividendo digital. A falta de conocer los adjudicatarios, ya se sabe que un consorcio público-privado será el que explotará dichos recursos en un mercado mayorista.
El Gobierno de Guatemala anunció meses atrás que antes de finalizar 2016 prevé licitar parte de las frecuencias de espectro que actualmente se encuentran sin utilizar. La intención del ejecutivo guatemalteco pasa por habilitar las frecuencias de 700 MHz que actualmente utilizan las cadenas de televisión digital terrestre para que los operadores de telecomunicaciones puedan mejorar los servicios de Internet en movilidad.
En el caso de Panamá, el proceso de asignación de la banda AWS en las bandas de 1,700 y de 2,100 MHz se iniciará a finales de año, y todo parece dispuesto para que Telefónica pugne con Claro, Digicel y Cable & Wireless.
En Uruguay, Telefónica se encuentra a la espera de que el Gobierno del país publique las bases de licitación de espectro, correspondiente a 15+15 Mhz de AWS y 45+45 MHz de la banda de 700 MHz. No obstante, ya se sabe que la mitad de los recursos se reservará para fines y actividades públicas.
El regulador de las telecomunicaciones de Venezuela también tiene pendiente para los próximos meses la licitación de recursos radioeléctricos de las bandas de 2,600 MHz (20 + 20 MHz) para servicios de 4G, así como de la banda de 1,900 MHz (5+5 MHz) y de 900 MHz para telefonía 3G. Sin embargo, por el momento, no ha trascendido ninguna convocatoria.
Colombia tiene por delante el reparto entre los operadores de telefonía de parte de las frecuencias de 700 MHz (90 MHz), procedentes del dividendo digital. A lo anterior se sumarán 20 MHz de la banda de 900, 5 MHz en la de 1,900 y 30 MHz de la de 2,500 MHz. Al existir un límite de espectro fijado en 30 MHz, Telefónica sólo podría optar a 5 MHz, ya que en la actualidad dispone de 25 MHz.