El tratado de libre comercio con Estados Unidos y los otros que están por legitimarse se constituyen en enormes retos para los industriales como también para el gobierno.
Así lo expresó en Confidencial Colombia la ex ministra de Comercio, Martha Lucía Ramírez quien dijo que el sector de la micro, la pequeña y la mediana empresa tiene una alta vulnerabilidad con los acuerdos comerciales y llamó la atención a los gremios que en su opinión están quedados en la defensa sectorial y en los avances empresariales de cara a no sucumbir en esos retos.
“Hoy se observa con preocupación que tenemos varias ramas de la industria y de la economía en cuidados intensivos. Muchas factorías tienen un débil sistema inmunológico que obliga a los sectores público y privado a pensar en la adopción de políticas macro y micro que les garanticen viabilidad a las pymes”, anotó la señora Ramírez.
La consultora, precisó, que todo lo anterior es la consecuencia de la falta de una política industrial moderna, competitiva y de nueva generación, que tanto se ha echado de menos.
Para la experta en temas de comercio, las pequeñas y medianas empresas tienen que buscar la asociatividad, la unión y las alianzas estratégicas que terminen en estrategias proactivas, competitivas y de mayor dinámica para garantizar nuevos puestos de trabajo.
Consideró que en este momento lo más apremiante es el trabajo con las micro empresas como también con las pequeñas y las medianas por cuanto estas requieren de todo un proceso de reequipamiento, modernización y adopción de nuevas tecnologías para sacarle el máximo de provecho al TLC.
En opinión de la ex ministra, la meta de Colombia no debe ser cuantas negociaciones se logren sino cuantas exportaciones somos capaces de hacer. “Estamos en una agenda concentrada en las negociaciones y lo que necesitamos es una agenda concentrada en las exportaciones”.
Por la coyuntura con Europa y Estados Unidos, Ramírez explicó que todos los sectores productivos son vulnerables a esos choques externos, pero anotó que hay mecanismos a la mano para reducir la vulnerabilidad. Afirmó que en ese orden de ideas son sensibles los sectores intensivos en materias primas, los de manufactura por el impacto de la tasa de cambio y los de muy poco valor agregado porque son muy fáciles de sustituir en el mercado internacional.
Aseguró que esas circunstancias, para nada de poca monta, harán que en Europa no haya crecimiento en los próximos dos años así como en Estados Unidos en donde se espera un endeble comportamiento económico.
En su apreciación, todo el mundo está mirando hacia las economías emergentes y justo Colombia es uno de los países más atractivos para Europa y Norteamérica.
Consideró que sería una “gran tristeza” que los propios productores colombianos no pudieran aprovechar al máximo el potencial que tiene un mercado emergente. Dijo que las economías, como la colombiana van a tener que apoyar su crecimiento en la demanda interna. Aseveró que lastimosamente el mercado doméstico se les está regalando a los proveedores internacionales.
“Al abrir el mercado interno y no tener capacidad exportadora, estaríamos exportando empleos lo que resulta una muy mala estrategia”, apuntó la docta en comercio internacional.
Reconoció que Colombia está aprovechando los mercados que logró abrir con Centroamérica, el Caribe, la región Andina y algo del Cono Sur, sin embargo enfatizó que hay que trabajar más en el comercio para buscar una tasa de crecimiento del seis por ciento que dependa de la manufactura, la agroindustria y de todo el valor agregado dejando la dependencia de las exportaciones de minas y energía.
Las exportaciones de hoy, consideró, no son quizás lo suficiente para apalancar una estrategia de crecimiento de largo plazo.
La infraestructura, qué desventura
La ex ministra de Comercio, Martha Lucía Ramírez, aseguró que en términos de competitividad, la gran tragedia de Colombia es sin duda la infraestructura toda vez que se adolece de carreteras, vías terciarias, puertos y todo un sistema logístico e integrado que permita el flujo constante de mercancías.
Conceptuó que los esfuerzos públicos han sido pocos en todo el tema de cemento y obras para el comercio, Así como en ciencia, tecnología e innovación.
“Las exportaciones no dependen solo de la buena voluntad de los empresarios sino de políticas públicas eficaces e integrales. Necesitamos un país coherente con la táctica y el dinamismo que demandan los acuerdos comerciales”, declaró Martha Lucía Ramírez.
Sobre competitividad, dijo que es urgente trabajar en la tasa de cambio buscando mecanismos de custodia externa de las reservas internacionales que crecen día a día por la actividad minera y las privatizaciones.
Ramírez indicó que para no perecer con Corea, es muy urgente crear estrategias competitivas porque estamos hablando de un competidor que tiene diez veces las exportaciones de Colombia, suma tres veces el PIB del nacional y que cuenta con un ingreso per cápita también multiplicado por tres.
El TLC con Corea obliga a un trabajo de microcirugía, precisó, porque este tratado se hizo súbitamente como el de Turquía. Afirmó que en este acuerdo, los beneficios serán difíciles de obtener porque los sectores con potencial en ese país asiático tendrán entrada a Colombia en cinco o diez años. “En ese tiempo tampoco podremos exportar nuestros productos agropecuarios que era lo esencial de la negociación”.
La también ex ministra de Defensa afirmó que la seguridad es un tema transversal y fundamental que debe brindarles a los empresarios locales e internacionales toda la tranquilidad. “No podemos dejar que los grupos ilegales nos dobleguen en perjuicio del país, en ese frente no tenemos porqué amilanarnos”.
La consultora habló en el ciclo de charlas que impulsa el Banco de Bogotá sobre cómo ser exitosos con el TLC.
