Al menos 32 personas han muerto y más de 850 han resultado heridas en el fuerte terremoto de 6,1 grados en la escala abierta de Richter que sacudió hoy la provincia de Bushehr, en Irán donde se encuentra una central nuclear.
Fuentes hospitalarias de la provincia confirmaron a distintos medios locales que son más de una treintena los fallecidos en el terremoto, que se situó en la población de Kaki, Irán.
El terremoto se produjo a unos 100 kilómetros de la central nuclear de Bushehr, la única de Irán y que está en la fase de pruebas, donde se sintió el sísmo, aunque la corporación rusa AtomStroyExport, que dirige su construcción, señaló que la situación en la misma es normal y que proseguían los trabajos.
Según la agencia local iraní Fars, el sísmo se pudo sentir moderadamente incluso a 500 kilómetros del epicentro en algunos países árabes ribereños del golfo Pérsico, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.
Los equipos de observación y evaluación de daños de la Media Luna Roja y las administraciones iraníes prosiguen sus trabajos, se han enviado unidades de auxilio y rescate y perros de búsqueda para localizar a posibles supervivientes.
Según la agencia oficial iraní, IRNA, la mayoría de los fallecidos se encontraban en las localidades de Tasuch y Shanbe, que según distintos medios han sido las más afectadas por el sísmo en el área de Kaki, donde se situó el epicentro.
El director de la Media Luna Roja de Irán, Mahmud Mozafar, confirmó también que los heridos han sido alrededor de 850 y el director del Hospital Universitario de Busher, Golamreza Heidari, aseguró que los centros sanitarios de la zona tienen capacidad para atenderlos.
La Media Luna Roja provincial ya dispone de 500 tiendas de campaña, 2.000 mantas, 200 rollos de moqueta para suelo de las tiendas y 2.000 kilos de comida para repartir entre los damnificados, mientras los servicios de ayuda y rescate de las provincias limítrofes han enviado más ayuda.
Unas 10.000 personas han perdido sus hogares o han huido de sus casas por temor a nuevas réplicas del terremoto en las zonas más afectadas y pasarán la noche en la calle, según la agencia sindical iraní, ILNA.
El líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, expresó, en una declaración a la televisión oficial, su tristeza por este suceso y pidió a las autoridades que hagan “todo lo posible para auxiliar a las víctimas y apoyar a los damnificados”.
Las autoridades religiosas de la provincia de Busher han decretado 3 días de luto por las víctimas del movimiento telúrico, que fue seguido de 39 réplicas apreciables en menos de cuatro horas, varias de ellas por encima de los 5 grados Richter.
Los servicios de agua, electricidad y telefonía por cable han quedado suspendidos al romperse las tuberías y líneas, pero funcionan los teléfonos móviles, aunque con algunas dificultades.
Lo profundo del origen del terremoto y el hecho de que haya tenido lugar en un área entre montañas y cercana al mar puede influir para que sus efectos sean menos devastadores de los previsibles por su magnitud, según Mozafar, director de la Media Luna Roja.
El último terremoto con graves efectos en el país, muy similar en magnitud al de hoy, fue en agosto del año pasado, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde murieron 306 personas y 4.500 resultaron heridas al registrarse dos movimientos consecutivos de 6,2 y 6 grados Richter.
Hace diez años, en diciembre de 2003, un terremoto de 6,6 grados Richter destruyó el oasis de Bam, en la provincia suroriental de Kerman, y resultaron muertas más de 30.000 personas, aunque algunas fuentes elevan significativamente esa cifra.
El más mortífero de los terremotos registrados en el país se produjo en junio de 1990 en la provincia noroccidental de Gilan, junto a las costas del mar Caspio, que alcanzó los 7,7 grados Richter y causó la muerte de al menos 37.000 personas y más de 100.000 heridos.
Con EFE