Todo o nada en un puñado de votos en 10 estados indecisos

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos de este martes se pueden decidir en un puñado de votos. Literalmente, debido al sistema electoral norteamericano. Una decena de estados, donde la disputa es particularmente ajustada o donde el voto puede empujar todo proceso en una dirección u otra. Estados Unidos posee un sistema de elección indirecta en el que cada estado tiene asignado un número de representantes al colegio electoral que dependen del tamaño de su población. Con las notables excepciones de Maine y Nebraska, el candidato presidencial que gana un estado se lleva todos los votos electorales, ya que no rige un sistema proporcional.

Para llegar a la Casa Blanca, un candidato precisa por lo menos 270 de los 538 votos electorales el día de la elección. Por ello, el sistema hace que los candidatos se concentren en los estados en que la disputa es más apretada, en detrimento de aquellos en los que el resultado no debe arrojar sorpresas.

En esta elección en particular, Florida, Pensilvania, Ohio, Carolina del Norte y Virginia son considerados los terrenos de batalla más importantes. Florida distribuye nada menos que 29 votos electorales, al tiempo que Pensilvania atribuye 20, Ohio 18, Carolina del Norte 15 y Virginia 13. Para llegar al número mágico de 270, hasta el pequeño estado de Iowa, que distribuye seis votos electorales, puede inclinar la balanza

Una decena de estados decidirá finalmente, el próximo martes, quién ganará la presidencia de Estados Unidos, después de que el candidato republicano Donald Trump equiparó la ventaja de su rival, Hillary Clinton, en las encuestas de varios estados clave.

El camino más directo para llegar Trunp a la Casa Blanca sería ganando Pensilvania, Ohio, Florida, Nevada, Nuevo Hampshire, además de estados que parecen favorables a Trump a juzgar por las encuestas, como Iowa y Georgia.

Esa lista, incluidos los estados tradicionalmente republicanos, pondría a Trump por encima de los 270 de los 538 votos del sistema de Colegio Electoral necesarios para ganar las elecciones.

Pensilvania, con sus 20 votos electorales, es el mayor desafío para Trump, que está casi tres puntos por detrás de Clinton en la media de encuestas de Real Clear Politics en ese estado.

En Pensilvania, Trump está acusando una deficiencia estructural de los republicanos: la falta de apoyo en las ciudades, donde los demócratas consiguen amplios márgenes y que los conservadores, incluido Trump, han relegado a un segundo plano en la campaña electoral.

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Clinton tiene ventajas claras en los centros de población con más peso demográfico, como Filadelfia, Pittsburg o Harrisburg, frente a la fuerte influencia republicana casi sin excepción en las zonas rurales de todo el estado.

En el caso de no conseguir imponerse en Pensilvania, el camino de Trump a los 270 votos electorales se complicaría y obligaría al magnate neoyorquino a ganar en Carolina del Norte, donde las encuestas dan empate técnico; Arizona, donde el voto hispano podría inclinar el estado del lado demócrata, pese a que Trump tiene cuatro puntos de ventaja; y Maine, cuyo peso específico en las elecciones es mínimo, pero podría ser clave este año.

Maine es uno de los dos estados del país que divide parte de los votos en dos distritos. Aunque los dos que el estado concede al ganador del voto popular probablemente irán a Clinton, uno de los distritos, el más rural, podría dar un voto electoral a Trump, algo que podría ser vital en caso de empate.

Otro estado donde Trump podría dar la sorpresa es Colorado (9 votos electorales), donde el candidato republicano dará hoy un mitin de campaña con la esperanza de darle la vuelta a la ventaja de tres puntos de Clinton, según la media de encuestas.

Clinton parece consolidada en estados que han sido plazas competitivas en el pasado, como Wisconsin, Michigan, Minesota y Virginia, algo que eleva considerablemente las posibilidades de que la demócrata se haga con los tan perseguidos 270 votos electorales.